“Haber nacido con audición normal no es garantía de que siempre oirás bien. Conoce algunas causas de sordera que pueden afectarnos al nacer o en cualquier momento”, Fundación Oír es Vivir.
En cuanto a la pérdida auditiva hay causas CONGÉNITAS y causas ADQUIRIDAS. Nadie está exento de sufrir en cualquier momento de la vida una pérdida de audición así que te invitamos a conocer más, a realizarte un chequeo una vez al año y a compartir esta información con otros.
Causas congénitas
Pueden darse al momento del nacimiento o poco después. La pérdida de audición puede ser por factores hereditarios y no hereditarios, o por complicaciones durante el embarazo y el parto, o simplemente a causa de una malformación durante el período de gestación.
Algunos factores que pueden producir esto son:
- – Rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo.
- – Falta de oxígeno en el momento del parto.
- – Bajo peso al nacer.
- – Uso inadecuado de ciertos medicamentos como amino glucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos.
- – Ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido.
Causas adquiridas
Estas pueden provocar la pérdida auditiva a cualquier persona a cualquier edad.
- Algunas enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la papera.
- Infección crónica del oído.
- La presencia de líquido en el oído (otitis media).
- El uso de algunos medicamentos. (que pueden producir pérdida transitoria o permanente).
- Los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
- La exposición al ruido excesivo. (por encima de 85 decibeles).
- El envejecimiento, que trae consigo degeneración de las células sensoriales.
- La obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños.