Si el COI fuera masivamente seguido por las federaciones internacionales, Rusia se uniría a la Yugoslavia de Slobodan Milosevic y a la Sudáfrica del Apartheid en la historia de los grandes parias del deporte internacional.
Una prohibición pura y simple de rusos y bielorrusos del deporte mundial como precio a pagar por la invasión de Ucrania: la espectacular recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI) de ayer lunes revistió un carácter histórico para una organización que normalmente se inclina por permanecer a distancia de la política.
Los anuncios en este sentido pueden sucederse a partir de ahora: una fuente con conocimiento del caso explicó a la AFP que la FIFA mantiene “conversaciones avanzadas” para excluir a Rusia del Mundial-2022, un evento planetario que organizó en 2018.
Sus rivales potenciales para la repesca en marzo, Polonia, República Checa y Suecia, explicaron que no se enfrentarán a los rusos bajo ningún pretexto.
Pero antes, la comisión ejecutiva del COI recomendó este lunes no invitar a rusos y a bielorrusos a competiciones deportivas, tras la invasión rusa en Ucrania.
Señalando que muchos deportistas de Ucrania se ven impedidos de competir debido al ataque de las tropas rusas contra su país, la comisión ejecutiva del COI “recomienda a las federaciones internacionales deportivas y a los organizadores de manifestaciones deportivas no invitar o no permitir la participación de deportistas y representantes oficiales rusos y bielorrusos en las competiciones internacionales”.
– Sudáfrica, Yugoslavia, Rusia –
Si el COI fuera masivamente seguido por las federaciones internacionales, Rusia se uniría a la Yugoslavia de Slobodan Milosevic y a la Sudáfrica del Apartheid en la historia de los grandes parias del deporte internacional.
Además, como medida simbólica, el COI anunció en el mismo comunicado que retira la Orden Olímpica al presidente ruso Vladimir Putin.
Stanislav Pozdniakov, presidente del Comité Olímpico Ruso, estimó en un comunicado que la decisión del COI “va contra la reglamentación y la carta olímpica, en primer lugar el espíritu del movimiento olímpico, que tiene por vocación unir y no dividir, sobre todo cuando se trata de deportistas o de igualdad de los participantes en el movimiento olímpico”.
El COI, de todas maneras, precisó que si “por razones organizativas o jurídicas”, no fuera posible impedir la participación de deportistas rusos, pide que no puedan ser “autorizados a participar como Rusia o Bielorrusia”.
La cuestión es particularmente urgente para los Juegos Paralímpicos, que comienzan el viernes en Pekín.
“Cuando, en circunstancias muy extremas”, adoptar estas medidas, “no es posible a corto plazo por razones organizativas o jurídicas, el COI deja a la organización buscar su propia vía”, reiterando su “pleno apoyo al Comité Paralímpico Internacional (CPI) y a los Juegos”.
El COI mantiene su recomendación de no organizar competiciones en suelo ruso.
Rompiendo su tradicional exigencia de neutralidad de los deportistas, el COI celebró “los muchos llamados a la paz lanzados por los deportistas, los responsables deportivos y los miembros de la comunidad olímpica mundial. El COI admira y apoya en particular los llamados a la paz de los deportistas rusos”.
– Opositores rusos –
El tenista Andrey Rublev, el jugador de hockey sobre hielo Alex Ovechkin o el ciclista Pavel Sivakov mostraron claramente su oposición a la guerra iniciada por su país.
Pero ahora se ven amenazados con pagar un precio profesional elevado si sus federaciones internacionales siguen las recomendaciones del COI. Para el futbolista internacional Fedor Smolov ya es el caso.
Sin esperar al COI, varios países ya habían expresado rechazar la presencia de rusos en su territorio para disputar competiciones.
La final de la Liga de Campeones le fue retirada a San Petersburgo por la UEFA, que está cerca de romper su contrato de patrocinio con Gazprom, y el Gran Premio de Rusia de Fórmula 1 en Sochi fue anulado, siete meses antes de su celebración prevista.
Interrogado por la AFP antes incluso de la nueva declaración del COI, Pim Vershuuren, investigador en geopolítica del deporte, estimó que las “decisiones tomadas esta semana son históricas, como medida de choque”.