Unicef plantea la necesidad de un nuevo enfoque, que considere un período de adaptación que incluya la priorización de las habilidades fundamentales como el aprendizaje de la lectura.
Dos años después de que se cerraran las escuelas en Panamá a causa de la covid, unos 950.000 estudiantes volverán a las aulas a partir del 7 de marzo dando inicio a una etapa de recuperación de aprendizajes que se extenderá más o menos el mismo tiempo que ha durado la pandemia, dijo Unicef.
“Tuvimos dos años en los que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes recibieron las clases a distancia y esto no compensó el aprendizaje que se puede lograr a través de la educación presencial”, explicó a Efe el Oficial de Educación de Unicef en Panamá, Francisco Trejos.
Trejos recordó que un estudio del Banco Mundial (BM) indicó que alrededor del “90 % de los estudiantes que han recibido educación a distancia tienen aprendizajes empobrecidos”.
“La recuperación de los aprendizajes va a tomar o igual o más tiempo de lo que ha durado la pandemia. Eso es una realidad, pero tenemos que comenzar. El primer paso es que iniciemos con clases presenciales en todo el país”, declaró Trejos.
En 2020 las clases se impartieron a distancia en Panamá, que llegó a ser el país del mundo con más días con las escuelas cerradas. La modalidad semipresencial comenzó a mediados de 2021, aunque muchos padres no enviaron a sus hijos a las escuelas por temor a que se contagiaran de la covid-19.
UN NUEVO ENFOQUE EN UN SISTEMA QUE YA ARRASTRABA DEFICIENCIAS
El funcionario de Unicef recordó que antes de la pandemia “Panamá tenía grandes retos con respecto a la calidad” de la educación. Pruebas internacionales y locales “indicaban que cerca del 70 % de los niños no lograban desarrollar las competencias mínimas requeridas” en lectura y matemáticas.
Es por ello que el ente de las Naciones Unidas plantea la necesidad de un nuevo enfoque, que considere un período de adaptación que incluya la priorización de las habilidades fundamentales como el aprendizaje de la lectura.
En el año escolar que comenzará el próximo 7 de marzo las aulas “van a ser multigrado porque van a tener estudiantes con distintos niveles de aprendizaje. Es clave que la evaluación sea vista como un proceso y no como una prueba, sobre todo para ir identificando esas necesidades individuales”, afirmó Trejos.
LA SALUD MENTAL Y LA ESCUELA COMO ENTE PROTECTOR
La falta de interacción social durante estos dos años de educación a distancia o semipresencial ha afectado especialmente a los niños de la primera infancia, porque “tiene impacto en el desarrollo de sus habilidades socioemocionales o en el desarrollo de su habilidad de lenguaje, que es la base para el aprendizaje de la lectura. Tenemos que ver cómo podemos recuperar eso”, recalcó Trejos.
Unicef tiene información de distintas fuentes de que “los adolescentes han sido muy afectados” en este aspecto de la salud mental, dijo Trejos.
“La condensación de contenidos. Prácticamente el currículum panameño está sobrecargado y trasladar todo eso a la virtualidad generó una presión en docentes y estudiantes. Se generó estrés”.
No hay que olvidar además que la escuela “es un entorno protector, quizá el único que puede dar a muchos niños la oportunidad de recibir una merienda escolar, el apoyo de un gabinete psicopedagógico, de identificar cuando hay un abuso o maltrato, y acceso a los programas de vacunación”, agregó Trejos.
VACUNACIÓN CONTRA LA COVID
Según datos del Ministerio de Educación unos 950.000 estudiantes, más de 840.000 del sector público y más de 113.000 del privado, comenzarán las clases presenciales entre el 7 y el 14 de marzo.
Las autoridades iniciaron en enero pasado la vacunación contra la covid de niños de entre 5 y 11 años, para derribar la barrera que ha significado el temor de los padres de enviar a sus hijos a las escuelas por temor a que se contagien.
“Sabemos que a partir del inicio del año escolar pueden surgir algunos contagios” pero hay una serie de medidas y protocolos para mitigar esos eventos. “La actividad educativa debe ser una prioridad”, recalcó el funcionario de Unicef.