Estuvo impulsada por sectores como comercio, construcción, hoteles y restaurantes, industrias manufactureras, electricidad y agua, transporte y otros.
Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República, recopiló el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) en Panamá, el cual arrojó que la actividad económica de país experimentó un crecimiento de 11.67% durante enero de 2022, comparado con el mismo mes del año anterior.
De acuerdo con el documento, la recuperación de la actividad económica continúa, luego del impacto de la emergencia sanitaria por el Covid-19. Aunque hizo énfasis en que las cifras están sujetas a revisión; de existir cambios, serán difundidos oportunamente.
Detalló que el buen desempeño se ve influenciado por el crecimiento de las siguientes actividades económicas: Otras actividades comunitarias, sociales y personales de servicios, comercio, construcción, hoteles y restaurantes, industrias manufactureras, electricidad y agua, transporte, almacenamiento y comunicaciones, administración pública, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler.
Por el contrario, los sectores que mostraron variaciones negativas fueron: explotación de minas, servicio de educación privada, hogares privados con servicios domésticos, pesca, y servicios de salud privada.
Entre los comentarios que se plasman en el informe sobre las actividades económicas detalla que la prestación de servicios de diversión y esparcimiento registró resultados favorables, por el aumento en los ingresos provenientes de apuestas brutas en salas de juegos de suerte y azar, principalmente las mesas de juegos y máquinas tragamonedas tipo A, salas de apuestas de eventos deportivos y las actividades hípicas.
En tanto que, la actividad comercial mostró variación positiva, por el crecimiento de indicadores asociados, como: La reexportación en la Zona Libre de Colón, la comercialización de vehículos nuevos y la venta de combustible para consumo nacional.
Respecto a la construcción, principalmente la ejecución de inversiones públicas en obras de infraestructura y proyectos de viviendas sociales. Igualmente, la reactivación gradual de proyectos privados.
Algunos indicadores vinculados a la actividad como la producción de cemento y concreto premezclado también mostraron desempeños positivos. Los servicios en hoteles y restaurantes mejoraron sus niveles, debido al mayor aforo permitido en los locales de consumo de alimentos y bebidas.
El informe reflejó que la producción industrial manufacturera en algunas actividades relacionadas a la elaboración de productos alimenticios como la producción de carne vacuna, porcina y aves, registraron aumentos.
Igualmente, la categoría electricidad y agua mostró un nivel positivo, principalmente en la generación de electricidad térmica.
El conjunto de los servicios de transporte, almacenamiento y comunicaciones mostró tasa positiva, atribuible al movimiento comercial en la Zona Libre de Colón, las telecomunicaciones y los ingresos por peajes del canal.
Entre las actividades que mostraron tasas negativas, estuvieron: La industria minera registró un comportamiento negativo por la baja exportación de mineral de cobre y su concentrado.
La actividad pesquera debido a la menor captura de algunas especies orientadas a la exportación, tales como: el pescado y el filete y otros productos del mar; sin embargo, se reflejó una mayor captura de camarón.
Igualmente, disminuyeron la contratación del servicio doméstico en los hogares privados y la matrícula en el servicio de educación privada.
El informe señaló que la presente crisis sanitaria ha impuesto un reto sobre el levantamiento de los datos estadísticos que son la fuente para la elaboración del IMAE y, en ese sentido, el INEC ha realizado ingentes esfuerzos con los productores de estos, para atenuar al máximo el impacto sobre la calidad de este índice.