Mejorar la ventilación es esencial para la calidad del aire en espacios cerrados, donde estamos expuestos también a muchos tipos de productos. Y la ventilación natural es una buena y fácil alternativa.
Tras dos años de pandemia, muchas investigaciones y no pocas declaraciones de expertos en la materia, lo tenemos claro: mantener una buena ventilación de los espacios interiores protege tu salud y la de los tuyos.
A estas alturas, cuando comenzamos a quitarnos las mascarillas, algunos han aprendido la lección: Bélgica acaba de aprobar exigir a los bares, restaurantes, teatros o gimnasios que monitoreen cuál es la calidad del aire y dispongan de medidores de CO2 a la vista. Mientras, en España algunas comunidades pidieron a los establecimientos hoteleros disponer de un medidor como condición para reabrir; además, se hicieron inversiones para comprar para los colegios filtros HEPA, que ayudan a filtrar las partículas para que haya menor carga vírica en el aire.
Por su parte, una nueva campaña, Escuelas Eficientes y Saludables, brindará orientación práctica sobre actualizaciones de ventilación que pueden aumentar la eficiencia energética, reducir los costos y mejorar el aire en las escuelas K-12 en Estados Unidos. No solo eso, los expertos en construcción en Nueva Zelandia están presionando para que los sistemas de ventilación sean obligatorios en todas las casas nuevas.
“Además de contribuir a reducir el riesgo derivado de la transmisión de virus por aire, mejorar la ventilación es esencial para la calidad del aire en espacios cerrados, donde estamos expuestos también a muchos tipos de productos. Y la ventilación natural es una buena y fácil alternativa. El tiempo de ventilación puede variar, pero se recomienda que diariamente sea de 10 a 20 minutos como mínimo y principalmente por las mañanas”, asegura Daikin, un líder japonés en climatización.
Y es que, en casa tenemos una gran cantidad de productos químicos que desprenden sustancias tóxicas en el ambiente como los de limpieza, cosmética y cuidado personal o potes de pintura. Además, los mismos muebles del hogar, las humedades, algunos materiales de construcción o las acumulaciones de suciedad o polvo en cortinas y alfombras también son perjudiciales. Todas estas sustancias nocivas se van acumulando en el aire. A este tipo de contaminación se le añade la acumulación de dióxido de carbono al no ventilar adecuadamente, una de las causas del aumento de alergias y trastornos de los últimos años. “Es por eso que debemos tratar de contar con una ventilación adecuada de los espacios donde pasamos mucho tiempo”, insiste Daikin.
Cómo ventilar
Abre puertas o ventanas en los extremos opuestos de tu casa para crear ventilación cruzada, aconseja la Agencia de Protección Ambiental. Abrir las ventanas más altas y más bajas, especialmente si están en diferentes pisos, de una casa también puede aumentar la ventilación. Agregar un ventilador interior puede llevarlo aún más lejos.
“Si se usa un solo ventilador, debe mirar (y soplar aire) en la misma dirección en la que el aire se mueve naturalmente. Puede determinar la dirección en la que el aire se mueve naturalmente observando el movimiento de las cortinas o sosteniendo una tela liviana o tirando recortes de papel y notando en qué dirección se mueven”, dice la EPA.