La Estación Científica Coiba AIP desde su inicio ha propuesto como meta institucional estudiar la conectividad en sus diferentes niveles y dimensiones desde los genes hasta los ecosistemas.
Panamá apuesta a la conectividad marina como un factor determinante para la gobernanza oceánica proporcionando data oceanográfica, demográfica y genética a la comunidad internacional que permite con una sólida base científica una mayor coordinación y trabajo conjunto para la conservación y uso sostenible del mar.
En un comunicado de prensa, COIBA AIP acotó que estudian la conectividad en todas sus dimensiones y escalas para establecer zonas de intercambio génico, conectividad demográfica y oceanográfica que permitan a los tomadores de decisiones un manejo transfronterizo efectivo el cual es esencial en poblaciones abiertas, multidimensionales y algunos casos transfronterizas como son las poblaciones marinas.
“Estamos convencidos que el estudio de la conectividad puede ser ese enlace tangible entre ciencias marinas y política oceánica”, señaló el Dr. Edgardo Díaz Ferguson investigador y director ejecutivo de la Estación Científica Coiba AIP.
“La conectividad es el principal mecanismo de retroalimentación de la biodiversidad y nuestro país como parte del corredor marino del pacífico tropical del este tiene mucho que contribuir; toda vez, que los valores de diversidad y conectividad permiten hacer predicciones de centros de origen y centros de acumulación de la diversidad marina en una zona o región”, sostuvo el Dr. Díaz Ferguson durante una exposición en Korr, Palau durante la conferencia “Our Oceans”
Esta nueva tendencia de la gobernanza marina busca una redefinición, seguimiento y creación de áreas marinas protegidas con base a datos de conectividad; ya que el 70 % de los organismos marinos tienen un desarrollo larval o realizan migraciones en alguna etapa de su historia de vida.
La elaboración de nuevas políticas teniendo a la ciencia como herramienta para la toma de decisiones ayudará a comprender el manejo del océano, sus poblaciones, la sostenibilidad de los recursos oceánicos y a realizar evaluaciones periódicas de su dinámica.
La conectividad marina se define como el intercambio de genes, juveniles y adultos entre zonas geográficas u oceanográficas. Los organismos marinos no tienen barreras físicas que los detengan sus movimientos son transnacionales; por ello, su manejo debe estar relacionado a sus migraciones, sus movimientos en todas las etapas de desarrollo y al tamaño de su población.
Gobernanza marina es básicamente esa ciencia que permite que todos los actores que hacen uso de los recursos marinos, en este caso del océano, estén representados y realicen esfuerzos de manera coordinada para hacer frente a los principales problemas del océano, conozcan más del océano y puedan hacer uso de este ecosistema sin ejercer un impacto negativo sobre los recursos naturales renovables y no renovables.
Esto facilita la planificación espacial marina y un mejor aprovechamiento del océano mediante una economía azul; sin embargo, es necesario entender los sistemas, su diversidad y conectividad para establecer una gobernanza efectiva, sobre todo cuando ésta es transfronteriza.
La Estación Científica Coiba AIP desde su inicio ha propuesto como meta institucional estudiar la conectividad en sus diferentes niveles y dimensiones desde los genes hasta los ecosistemas. De manera tal que esta información pueda ser utilizada a futuro por tomadores de decisiones locales, subregionales y regionales para establecer, redefinir o crear nuevas áreas protegidas.
Cabe señalar que Panamá obtuvo recientemente la presidencia del Corredor Marino Este Tropical (CMAR) el cual consiste en una red de áreas protegidas marinas que incluye a Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador; países que conforman el Corredor Marino.
Esta red fue tomada como referencia en la última conferencia por líderes del mundo como una región modelo del manejo efectivo que se puede realizar entre naciones vecinas convirtiéndose en una referencia mundial y ejemplo de gobernanza transnacional cuando tradicionalmente se manejaba las poblaciones marinas localmente. Los datos de conectividad que actualmente científicos panameños aporten a esta red consolidaran y fortalecerán aún más el trabajo en equipo entre estos cuatro países.
Esta presidencia pasa cada tres años a cada país, en estos tres años le corresponde a Panamá iniciar esa responsabilidad de liderar el funcionamiento y el buen manejo de esta área protegida marina considerada uno de los grandes en diversidad del planeta.