El comercio mundial de arácnidos, tarántulas y escorpiones emperador prolifera en internet casi sin control, según un estudio que subraya su carácter ilegal y las amenazas que representa para la biodiversidad.
La popularidad creciente del comercio de “animales exóticos” del grupo de los invertebrados “casi ha llevado a diversas especies a la extinción”, subraya el estudio publicado el jueves en Nature Communications Biology.
Sus autores, encabezados por Benjamin Marshall de la universidad británica de Sterling, hicieron un inventario del comercio mundial de más 1.200 especies de arácnidos, a partir de 111 sitios internet que funcionan en nueve lenguas en un mes del verano de 2021.
Las tres cuartas partes de los arácnidos vendidos en línea eran arañas y el resto principalmente escorpiones.
Entre las arañas, más de 400 especies de tarántulas se encontraban disponibles, y más de 200 especies de escorpiones bútidos.
El recurso al internet para estudiar este tráfico se explica por la carencia de datos oficiales sobre el comercio de invertebrados, que concierne millones de arácnidos, según los investigadores.
Los invertebrados son “con frecuencia olvidados en las políticas y prácticas de protección” de especies.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) solo registra por ejemplo una especie de escorpión de las más de 2.300 conocidas.
Y sobre una cifra de más de un millón de especies de invertebrados, menos del 1% fueron evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El estudio estima que la novedad y el carácter único de algunas especies son a veces destacadas para facilitar su venta, particularmente tratándose de tarántulas y arañas saltadoras.
Algunos sitios proponen ahora “cajas misterio” de arañas, cuyo futuro propietario descubrirá el contenido al abrirlas.
Estos animales además están siempre de moda, según el estudio, y el poco espacio que requieren los hace muy adaptables para los habitantes urbanos.
– Entrega por correo –
Según el estudio, basándose en datos de búsqueda en Google, su comercio experimentó un incremento con los periodos de confinamiento durante la epidemia de covid-19.
Un interés facilitado por la posibilidad de que se pueda enviar un animal, inclusive de manera ilegal, por correo.
“Un desafío para medir la verdadera dimensión del comercio de arácnidos es la pequeña talla de sus cuerpos, que facilita el tráfico y el blanqueo”, es decir, pasar por un tercer país menos estricto con ese comercio, subraya el estudio.
Algunas especies pueden soportar un viaje en una pequeña caja, sin agua ni alimento. Y a diferencia de los vertebrados, son indetectables a los rayos-x de las aduanas.
Con base a los decomisos en aduanas de la base oficial de datos estadounidense LEMIS, el estudio subraya que muchas especies de arácnidos se regalan desde países de donde no son originarios.
El estudio cita por ejemplo a Chile, donde más del 50% de la oferta de arácnidos pertenece a especies que no viven ahí, lo que deja suponer que el país sirve de “puerta de salida para especies originarias de otros países de América del Sur”.
En el estudio, las tres cuartas partes de las especies de arácnidos ofrecidos a la venta en línea no figuran en los registros de comercio de la CITES o de LEMIS.
“Sin mejores datos y reglamentación, no habrá forma de evaluar los impactos de comercio sobre la mayoría de las especies”, dice el estudio.
Muchos arácnidos son sacados directamente de la naturaleza y no son criados, por lo que sus autores temen que “muchas especies de arañas y escorpiones van hacia la extinción”.