La cobertura boscosa de Panamá ha jugado un papel fundamental en su carbono negatividad, a su vez, es hogar de una variada fauna y gestor del recurso hídrico.
Hoy, en el marco del Día de la Fiesta del Árbol, el Ministerio de Ambiente, reconoció la importancia de los árboles y su incidencia en la calidad de vida de los panameños.
Todo árbol independientemente de su crecimiento, contribuye a reducir las emisiones de dióxido de carbono, es por ello que la entidad desarrolla proyectos destinados a mantener una cultura de enriquecimiento y restablecimiento forestal; una de ellas es Programa Nacional de Restauración Forestal (PNRF), una iniciativa del MiAmbiente con el objetivo de restaurar hasta el 2024 más de 50 mil hectáreas en todo el país, especialmente en las cuencas productoras de agua prioritarias.
A su vez, a nivel institucional se establecen esfuerzos para conservar especies importantes que además de reverdecer el espacio, contribuyen al secuestro de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2), causantes del cambio climático.
Por mencionar entre la gran variedad de flora se pudiera destacar tres especies que son grandes removedores de Co2: Cocobolo (Dalbergia retusa), Guayacán (Tabebuia guayacán) y Almendro (Dipteryx oleífera).
¿Qué los hace diferentes?
Félix Magallón, ingeniero forestal del ministerio, explicó que estos árboles poseen alta densidad y tienen lento crecimiento. “A mayor dureza de la madera, más fijación de carbono forestal, los árboles que crecen más lento, guardan más carbono en su madera.”, añadió.
En tanto, su conservación es crucial, ya que tienen una mayor capacidad de remoción en su edad adulta. Su capacidad de absorción de carbono forestal es mayor a la edad a los 40-50 años.
Puedes ser ubicados en todo el país; sin embargo es muy usal verlos dentro de los parques nacionales.
Estas especies de árboles de maderas duras se pueden utilizar para enriquecer la diversidad de los bosques secundarios jóvenes y de esta forma incrementar su potencial de fijación de carbono forestal.
En el caso del bosque maduro hay entre un 20 a 25% especies con gran densidad que fijan más carbono forestal
En el caso de los árboles con alta densidad, se pueden plantar desde los patios de las casas hasta las fincas. En áreas abiertas se recomienda utilizar especies que crecen de mayor tamaño y mezclarlas entre sí para crear un ambiente similar al de unos bosques naturales, y también propiciar la fijación de carbono forestal.