Las ventas de autos eléctricos se dispararon en 2021 en todo el mundo pero preocupa la disponibilidad que pueda haber en un futuro de materias primas como el litio, indicó este lunes la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en un informe.
Con 6,6 millones de unidades vendidas en todo el mundo en 2021 -la mitad de ellas, en China- las ventas de vehículos eléctricos se duplicó en un año y representa ya el 10% de las transacciones de coches nuevos. A principios de 2022 continuaron acelerándose, con dos millones de unidades vendidas en el primer trimestre (un crecimiento interanual del 75%).
Las ventas estuvieron impulsadas por las subvenciones públicas, que se duplicaron en 2021 hasta alcanzar cerca de 30.000 millones de euros a nivel mundial. Los fabricantes, por su parte, multiplicaron por cinco el número de vehículos disponibles entre 2015 y 2021, y ya hay alrededor de 450 modelos eléctricos a la venta.
Sin embargo, este auge podría verse frenado por las tensiones existentes en el sector de las materias primas. “Los poderes públicos, los industriales y los inversores deben permanecer vigilantes y creativos para evitar problemas de abastecimiento de minerales esenciales”, sostuvo en un comunicado el director ejecutivo de la AIE, Faith Birol.
Esos minerales se extraen sobre todo en países como Australia, Chile o República Democrática del Congo. Pero China produce el 75% de las baterías de litio-ion, la tecnología dominante, y controla más de la mitad de las capacidades de transformación y refinado del litio, del cobalto y del grafito.
Las necesidades de litio son especialmente críticas, según la AIE, que espera que para 2030 sean seis veces superiores a lo que son en la actualidad. Para entonces, se podrían necesitar 500 kilotoneladas de litio, lo que requeriría la apertura de 50 nuevas minas.
Europa produce una cuarta parte de los vehículos eléctricos que hay en el mercado pero controla muy poco las materias primas, como Estados Unidos. “Los gobiernos europeos y estadounidense se comprometieron fuertemente en desarrollar las capacidades de producción de baterías pero la mayoría de la cadena logística probablemente seguirá estando en China hasta 2030″, señaló la AIE.
Para ahorrar en esos minerales se podría recurrir a tecnologías alternativas, al reciclaje y también promover la compra de autos más pequeños.
Además, a corto plazo las ventas también podrían verse lastradas por el aumento de los precios de las materias primas que se usan para fabricar baterías, y también por problemas logísticos relacionados con la guerra en Ucrania y los confinamientos ordenados en China para combatir el covid-19.