El tenista mallorquín inició el martes un nuevo tratamiento.
¿Cómo mantener al dolor alejado? Ante la tortura que le inflige su pie izquierdo provocada por el síndrome de Müller-Weiss, Rafael Nadal, una vez más campeón de Roland Garros, disputa un partido cada vez más difícil para alejar el fantasma de una operación.
Con esta enfermedad rara y degenerativa, un hueso del pie, el hueso escafoides, puede causar dolores crónicos y una deformación, o incluso una artrosis.
– “Anestesiar” el dolor –
Como los antiinflamatorios y los analgésicos no bastan ya para domar el dolor en su pie, el campeón español de 36 años recibió “inyecciones anestesiantes”, dolorosas, unos 20 minutos antes de cada partido de Roland Garros, según explicó el propio tenista.
Unas inyecciones para “dormir el pie” influyendo en los nervios que transmiten la información del dolor.
“Procedimientos como ese existen, especialmente en centros anti dolores, para pacientes que padezcan determinados dolores crónicos. Rafael Nadal lo hizo por un objetivo deportivo, pero no terapéutico, poder jugar al más alto nivel, porque eso no funciona a largo plazo”, observa para la AFP Thomas Bauer, jefe del servicio de cirugía ortopédica del hospital Ambroise Paré (AP-HP), en Boulogne-Billancourt (cerca de París).
Un tratamiento, “que no es anodino y es arriesgado”, según el especialista.
Porque requiere anestesiar sólo los nervios que provocan la sensación de dolor, y porque un pie demasiado dormido priva de sensaciones y de control, a riesgo de provocar otros problemas, como un esguince de tobillo.
– “Desactivar” los nervios –
El tenista mallorquín inició el martes un nuevo tratamiento.
Nadal fue sometido en una clínica barcelonesa a un “tratamiento de radio frecuencia pulsada en los diferentes nervios involucrados en el área de la lesión que padece”, informó un portavoz del tenista este miércoles.
El objetivo es “desactivar” el nervio, con menos intensidad que con una anestesia, pero de forma más duradera, lo que podría ayudar a “disminuir la sensación de dolor permanente en el pie”.
Principalmente utilizada para aliviar dolores crónicos, esta terapia utiliza las propiedades analgésicas de corrientes eléctricas de alta frecuencia (400 a 500kHz).
Unos electrodos generan una corriente eléctrica y calor para causar daños en los nervios que transmiten impulsos de dolor.
“El equipo médico de Rafael Nadal intenta evidentemente varias cosas para tratar el dolor y evitar una operación. Su enfermedad es evolutiva, pero si le concede una pausa en el dolor podría seguir jugando”, estima el doctor Bauer.
– Operar –
“A nivel de plantearme una operación que me podría mejorar pero que no me aseguraría del todo la posibilidad de seguir, tengo que hablar conmigo mismo con mucha calma y tomar una decisión de vida”, afirmó Nadal desde Roland Garros.
“Sabemos que es un riesgo, sin saber si se ganará al final”, indica Bauer.
En consulta por cirugía ortopédica, los pacientes habituales son aquellos en los que todos los tratamientos contra el síndrome de Müller-Weiss (plantillas a medida, infiltraciones de corticoides, etc) no han surtido efecto contra el dolor y la deformación del pie, con artrosis instalada.
La operación puede permitir volver a andar sin cojear y sin dolor, pero bloquea las articulaciones en torno al hueso problemático y a veces puede conllevar complicaciones.
“Pacientes incapacitados para caminar se sienten al menos mejor -a pesar de los meses de recuperación- porque recuperan una autonomía. Pero para continuar al nivel de un campeón como Rafael Nadal es complicado”, añade.
Existen “otros tipos de operaciones como microperforaciones, para tratar de devolver la vascularización al hueso sin tocar la articulación. Pero hacer agujeros en un hueso, eso tampoco es anodino”.