Es una pena que por indolencia no se actúe a tiempo para reponer la vital pasarela cuyo precio, cuando se construyó, no pasaba de 120 mil dólares y que ahora, si se especula, podría costar unos B/.200,000.00.
¿Permitirá la burocracia la muerte de diez familias de Quije, en Natá, por cruzar el río Chico con sus hijos a grupas y arriesgar sus vidas después de que la crecida del afluente destruyó el puente colgante que los ayudaba a entrar y salir de esta población como si fueran ciudadanos de segunda categoría?
Es una pena que por indolencia no se actúe a tiempo para reponer la vital pasarela cuyo precio, cuando se construyó, no pasaba de 120 mil dólares y que ahora, si se especula, podría costar unos B/.200,000.00.
¿Porque solo son diez familias las que usan el puente para cruzar el río no se pueden apurar los trámites para reponer el paso que necesitan estos habitantes para realizar sus diligencias diarias, entre ellas, llevar a sus hijos a la escuela para que no pierdan clases?
A pesar de que se les ha advertido de los riesgos de esta práctica, los progenitores de esos niños no creen en las promesas de las autoridades y continúan cumpliendo con sus deberes paternales.
Por lo menos, las autoridades encargadas de solucionar estos problemas deberían ofrecerles una opción a estas familias, en vez de estar advirtiéndoles de los inconvenientes de cruzar el río. Podrían establecer un horario para que la gente pase asistida por una cantidad de funcionarios, si se quiere, del SINAPROC o de estamentos de seguridad del Estado para paliar la situación hasta que comiencen la construcción del puente en julio próximo, como se les prometió.
Estas familias no tienen otro modo de cruzar el río sino es por medio del puente colgante. Ya a estas alturas deberían estar trabajando en la obra y también en la reparación de las tuberías de agua potable que fueron arrasadas por la crecida.
Es importante la recuperación del agua potable, pues se ha informado que ya han aparecido casos de diarrea y vómitos por el consumo del líquido contaminado. Es necesario realizar todos los esfuerzos posibles para que esta gente recupere su vida normal.