Tras una primera mitad del año negra, Wall Street registró en julio su mejor mes desde noviembre de 2020, con claras subidas gracias a los buenos resultados empresariales y por la expectativa de que la inflación puede estar empezando a controlarse y no habrá muchas más subidas de los tipos de interés.
La Bolsa de Nueva York terminó este viernes al alza por tercer día consecutivo, con progresos del 0,97 % para el Dow Jones de Industriales, del 1,42 % para el selectivo S&P 500 y del 1,88 % para el índice compuesto del mercado Nasdaq.
En el conjunto de la semana, el Dow ganó un 3 %, el S&P 500 un 4,3 % y el Nasdaq —ayudado por los resultados positivos dados a conocer en los últimos días por varios gigantes tecnológicos— un 4,7 %.
Con estas ganancias los tres grandes índices de Wall Street cerraron un mes de julio muy positivo, en el que el Dow Jones sumó un 6,7 %, el S&P 500 progresó un 9,1 % y el Nasdaq se disparó un 12,4 %.
Se trata de las mayores subidas mensuales desde noviembre de 2020, cuando el anuncio de las primeras vacunas efectivas contra la covid-19 había propulsado los mercados de acciones.
Al igual que en Nueva York, las principales plazas europeas cerraron julio con avances, especialmente importantes en París (8,87 %), Fráncfort (5,48 %) y Milán (5,22 %) y más modestos en otras como Londres (3,54 %) y Madrid (0,71 %).
Este rebote llega después de una primera mitad del año desastrosa para Wall Street, su peor primer semestre desde 1970, como consecuencia de la guerra en Ucrania, la inflación y los temores a una posible recesión.
Según los analistas, detrás de este giro están principalmente dos factores: unos resultados trimestrales mejores de lo esperado para muchas grandes empresas estadounidenses y una apuesta a que la Reserva Federal (Fed) va a comenzar a frenar las subidas de los tipos de interés con las que trata de contener los precios.
Esa fue la sensación que dejó en los inversores la última cita del banco central, en la que se aprobó un alza de 0,75 puntos, y se ha visto reforzada por varios datos económicos, entre ellos el de la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), que se conoció ayer y que mostró que la economía estadounidense se contrajo por segundo trimestre consecutivo.
Esta situación de recesión técnica hace pensar que la Fed detendrá pronto su plan de subidas de los tipos de interés, aunque la coyuntura económica sigue siendo poco clara en Estados Unidos, pues este frenazo de la actividad contrasta con datos sólidos de consumo y de creación de empleo.
De hecho, algunos analistas como Ed Moya, de la firma Oanda, advirtieron hoy de que los indicadores económicos deben preparar a los inversores para “una Fed agresiva” que opte por más subidas importantes del precio del dinero.
Otros expertos, mientras, consideraron excesivo el optimismo de este mes en Wall Street y subrayaron que vienen por delante meses difíciles, sobre todo si el crecimiento se sigue erosionando y la inflación no baja tan rápido como algunos esperan.
En el apartado empresarial, una mayoría de las compañías que han presentado cuentas trimestrales han superado las expectativas, y en especial varios gigantes tecnológicos que tienen gran peso y han animado el mercado en los últimos días.
Amazon, por ejemplo, se disparó hoy más de un 10 % tras dar a conocer ventas mejores de lo esperado, mientras que Apple ganó un sólido 3,28 % gracias a unos beneficios un 6,7 % superiores a los del primer semestre del año pasado y buenas perspectivas para el resto del año.
En cuanto al petróleo, el precio del barril de Texas terminó la semana al alza, en 98,62 dólares el barril, pero retrocedió con respecto al mes pasado.