“El llamado diálogo de la mesa única es un espacio de desenfrenada irracionalidad, que ha secuestrado la voluntad nacional, arrogándose el derecho de decidir sobre el futuro de todos los panameños”.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), a través de su presidente Rubén M. Castillo Gill, remitió ayer una “Carta abierta” al presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, a través de la cual, entre otros asuntos, le dijo que “el lugar para discutir los temas del Panamá que todos queremos, no puede ser otro El Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo (CCND), instancia nacional creada mediante ley 20 de 2008”.
Por considerar la temática de suma importancia para todos los ciudadanos, reproducimos el texto de la mencionada misiva:
CARTA ABIERTA
9 de agosto de 2022
Excelentísimo Señor
Laurentino Cortizo Cohen
Presidente de la República de Panamá
E. S. D.
Respetado Señor Presidente Cortizo:
Reciba nuestro más cordial saludo y deseos de éxitos en su gestión.
Los últimos acontecimientos han puesto en el debate público un cúmulo de circunstancias que deben atenderse con espíritu de urgencia y ánimo patriótico.
La sensación colectiva de que en nuestro país, desde hace muchos años, la transparencia es una palabra hueca y que la opacidad es el signo de la vida institucional, le ha dado forma al enojo colectivo.
También es justo decir que, a lo largo de la historia, algunos que se dicen empresarios, se han movido en las sombras del poder, para promover el llamado “capitalismo de amigos”, cuyas prácticas afectan al país, destruyen la esencia de la sociedad libre y erosionan el estado de derecho.
Las circunstancias referidas, suponen que todos debemos comprometernos con una campaña de moralización para que las instituciones sirvan al ciudadano y para que el delito nunca prevalezca.
Es esencial que la cultura de la probidad y la virtud sea la que impere sin ningún tipo de discusión.
A nuestro juicio, los problemas del país no pueden resolverse mediante un “diálogo” basado en la exclusión y en donde se miente más de lo que se habla.
El alto costo de la vida y demás dificultades que enfrenta la sociedad, no se vencerán atacando el sistema de libre empresa, ya que éste es la auténtica plataforma para la innovación, el desarrollo y el progreso social. Desconocer esto, es apostar a la cruel incertidumbre de sistemas estatizantes, cuyo sello es el fracaso.
El llamado diálogo de la mesa única es un espacio de desenfrenada irracionalidad, que ha secuestrado la voluntad nacional, arrogándose el derecho de decidir sobre el futuro de todos los panameños.
Ahora, en otro episodio ignominioso de esta deplorable historia, se anuncian nuevas paralizaciones y cierres de vías.
Es obvio que el único interés que anima estas acciones, es promover la anarquía y la inestabilidad, a fin de concretar intereses inconfesables.
Frente a la soberbia de quienes desprecian la democracia, es importante que se fortalezca el estado de derecho. Hagamos todos los cambios que sean necesarios para sanear la vida institucional del país.
No permitamos que la corrupción, el populismo y las prácticas prebendarias persistan y sigan corroyendo el futuro de la Nación.
Un estado realmente austero es imprescindible para que se restaure la confianza erosionada. Todos los órganos del Estado deben entender esto de una vez por todas.
Construyamos un país donde las leyes se cumplan sin ambages y donde la democracia no sea una simple “superstición aritmética”, al decir del maestro Jorge Luis Borges.
Es por lo anterior que estamos convencidos que el lugar para discutir los temas del Panamá que todos queremos, no puede ser otro que El Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo, instancia nacional creada mediante ley 20 de 2008 para llegar a acuerdos entre todos los sectores representativos de la sociedad panameña y que tiene la misión de resolver problemas nacionales relevantes.
Allí, sin groseras exclusiones, lograremos un espacio sereno, donde las obvias diferencias se debatirán con respeto y donde existirá la conciencia de que no “podemos jugar con cosas que no tienen repuesto”.
Es fundamental que no se permita que los cierres de calle le impongan a la ciudadanía un repugnante cerco que continuará afectando el sistema productivo y la vida cotidiana de todos. Las autoridades deberán garantizar el derecho al libre tránsito de conformidad con la constitución y la ley.
Es el momento de las grandes decisiones. Todos debemos estar a la altura de las necesidades de Panamá.
El Consejo Nacional de la empresa privada, siempre apoyará los esfuerzos por generar consensos que ayuden a construir un mejor país. Puede estar seguro de eso.
Con nuestro acostumbrado respeto y estima nos suscribimos.
Rubén Castillo Gill
Presidente