“Haremos cuanto sea preciso para que ese propósito no se haga realidad”, prometió la ministra, quien expresó su apoyo a la ambición de Ucrania de recuperar Crimea y recuerda que la comunidad internacional no ha reconocido la “ilegítima anexión” de la península en 2014 por parte de Rusia.
La ministra alemana de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, ratificó hoy que su país seguirá prestando a Ucrania ayuda militar, incluidos suministros de armamento pesado, ante una guerra que, advirtió, “se prolongará aún por años”.
“Para mí está claro que Ucrania defiende nuestra libertad y nuestro orden pacífico, por lo que seguiremos apoyándole financiera y militarmente por tanto tiempo como sea necesario”, afirmó la titular de Exteriores del gobierno de Olaf Scholz, en declaraciones al dominical del popular diario “Bild”.
El mundo debe asumir “que esta guerra se prolongará aún por años”, ya que “lamentablemente, el gobierno ruso tiene la idea fija de doblegar a Ucrania y su pueblo”, añadió Baerbock.
“Haremos cuanto sea preciso para que ese propósito no se haga realidad”, prometió la ministra, quien expresó su apoyo a la ambición de Ucrania de recuperar Crimea y recuerda que la comunidad internacional no ha reconocido la “ilegítima anexión” de la península en 2014 por parte de Rusia.
Baerbock, como su correligionario y ministro de Economía, Robert Habeck, defendía la línea más crítica frente a Moscú desde antes de formarse el tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales de Scholz.
Ambos ministros verdes reclamaban ya el fin de la dependencia energética de Rusia desde antes del inicio de la invasión rusa y en sus tiempos en la oposición se pronunciaron contra la construcción del segundo gasoducto de Nord-Stream, cuya entrada en funcionamiento paralizó Scholz el pasado febrero.
Ahora Baerbock rechazó las propuestas surgidas entre sus socios liberales para reactivar Nord Stream 2, como solución de urgencia a la escasez de gas.
Asimismo se pronunció en contra de aplazar la desconexión de las tres últimas plantas nucleares de Alemania, que de acuerdo al plan de abandono de esa fuente de energía debe consumarse a finales de este año.
Scholz ha dejado entrever que la actividad de esas centrales podría prolongarse por un periodo relativamente corto, mientras que los liberales proponen que sigan en funcionamiento hasta 2024 o incluso que se reactive además alguna de las recientemente desconectadas por dos años.
Los verdes, por el momento, consideran innecesario aplazar la desconexión de las tres aún en activo, aunque no lo descartan categóricamente.