La situación en Afganistán centró buena parte de la atención en esta sesión inaugural, en la que intervino también Somaya Faruqi, activista y excapitana del equipo nacional de robótica de Afganistán, quien exigió a la comunidad internacional más presión sobre Kabul.
La ONU exigió este lunes a los talibanes que levanten todas las restricciones a la educación de las niñas en Afganistán, actualmente el único país del mundo donde tienen prohibido acudir a la escuela secundaria.
El llamamiento se produjo en la apertura de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación que hoy acoge Naciones Unidas y cuando se cumple un año desde que los talibanes anunciaron esta medida.
“Desde esta plataforma, hago un llamamiento a las autoridades en Afganistán: levanten inmediatamente todas las restricciones al acceso de las niñas a la educación secundaria”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en el discurso con el que abrió la cumbre.
La situación en Afganistán centró buena parte de la atención en esta sesión inaugural, en la que intervino también Somaya Faruqi, activista y excapitana del equipo nacional de robótica de Afganistán, quien exigió a la comunidad internacional más presión sobre Kabul.
Según Faruqi, para ella y millones de afganas “todo cambió” el 18 de septiembre de 2021, fecha en que los talibanes decretaron que las escuelas secundarias para niñas permaneciesen cerradas, situación que se mantiene un año después.
“Nos hemos visto forzadas a poner en pausa nuestros sueños”, lamentó la joven, que aseguró que las afganas se sienten “abandonadas” mientras “los talibanes poco a poco borran su existencia de la sociedad”.
También habló ante Naciones Unidas la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, joven paquistaní que, en 2012, cuando tenía 17 años, sobrevivió a un intento de asesinato por parte de los talibanes de Pakistán, tras haber defendido el derecho de las niñas a ir a la escuela en una zona bajo control del grupo extremista.
“Estamos viviendo una emergencia educativa”, dijo Malala, llamando la atención sobre la situación en Afganistán, pero también sobre cómo millones de niñas se ven alejadas de las escuelas en otros países por desastres naturales o conflictos.
La activista criticó a los líderes internacionales por no hacer lo suficiente ante esta situación y les pidió que dejen de hacer promesas y se comprometan verdaderamente a hacer cumplir el derecho a la educación.
“¿Cuántas generaciones más están dispuestos a sacrificar?”, les preguntó desde el podio de la Asamblea General de la ONU, desde donde en los próximos días hablarán unos 150 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.