Miles de personas marcharon en Washington y otras ciudades de EE.UU este domingo en defensa de los derechos reproductivos, a un mes de las elecciones de medio mandato presidencial en las que se renuevan las dos Cámaras del Congreso.
Coreando las consignas “El aborto es un derecho humano” y “No daremos marcha atrás” los manifestantes marcharon por el centro de la ciudad hasta terminar frente al Capitolio.
Este año la Marcha de las Mujeres, que se ha celebrado en el país desde la victoria en las elecciones presidenciales de 2016 de Donald Trump (2017-2021) tenía un claro objetivo: el rechazo al fallo de la Corte Suprema que acabó con la protección al derecho al aborto a nivel nacional.
Para Jennifer Scales, como para muchas otras mujeres, se trata de un asunto personal. A esta madre de dos hijos, ahora universitarios, se le quiebra la voz cuando habla de los dos abortos que tuvo en su juventud. “No podría estar donde estoy ahora”, dijo la mujer de 46 años a EFE.
“Me permitió tener una vida y ofrecerles algo a mis hijos. Es importante que ellos tengan el mismo derecho a elegir que yo tuve”, contó la estadounidense, que llevó un abanico con la frase “mi cuerpo, mi decisión” escrita en letras rosadas.
La decisión del Supremo, que permitió a cada estado emitir sus propias leyes con respecto al aborto, ha limitado el acceso a la salud reproductiva en 13 de los 50 estados de EE.UU. y despojado del derecho a decidir a 1 de cada 3 mujeres.
Los demócratas han convertido el aborto en un tema central en su campaña en las próximas elecciones y, entre los votantes de su partido, el asunto también ha crecido en importancia de cara a los comicios de noviembre.
“Lo único bueno que puede salir de esa decisión de la Corte Suprema es que motive a más personas a votar”, aseguró a Efe Andrea Bridgman, una abogada de 65 años que acudió a la protesta en Washington. Ella tenía 15 años cuando la misma Corte Suprema que hace unos meses retiró la protección al aborto, falló para proteger el derecho a nivel federal.
“Llevo marchando estas calles por 40 años, ya estoy cansada”, expuso la estadounidense, que se puso para la marcha un tapabocas violeta a juego con su delineador.
Otras mujeres, no obstante, no lo ven tan claro. Sam Goldman viajó desde Filadefia el domingo con un grupo de unos diez activistas pro-aborto para acudir a la manifestación.
Vestida con una camisa verde y usando un labial y una pañoleta del mismo color, la joven repartió volantes y antes de que comenzara la marcha recolectó dinero para un fondo que apoya a mujeres que quieren abortar y no tienen los recursos para hacerlo.
“La gente tiene que enfrentar el hecho de que solo votando no se va a parar esto”, opinó Goldman.
“Están esperando que los poderes solucionen la situación y ningún derecho para los oprimidos en este país se ha conseguido solo por medio del voto, ni siquiera el del aborto”, sentenció.
Algunos activistas “pro-vida” se acercaron el domingo a la marcha, gritando consignas como “el aborto es muerte” e incluso intentaron impedir en tres ocasiones que los manifestantes avanzaran por una de las calles hacia el Capitolio.
Según los organizadores, la marcha atrajo más de tres mil personas en Washington y centenares más en otras ciudades del país, incluidos estados como Arizona o Texas donde esta prohibido abortar.
Interrumpir el embarazo actualmente está prohibido por completo en Alabama, Arkansas, Dakota del Sur, Idaho, Kentucky, Oklahoma, Luisiana, Misuri, Misisipi, Tennessee, Texas y Virginia Occidental, según datos del Center for Reproductive Rights.