El expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) reforzó este viernes la campaña demócrata de cara a las legislativas del 8 de noviembre con un mitin en el estado clave de Georgia en el que subrayó que la democracia está en juego.
“La democracia no funciona por sí misma. Depende de nosotros. Estas elecciones requieren que cada uno de nosotros asumamos nuestra parte. (…) Entiendo que la democracia no parezca una prioridad ahora, pero hemos visto qué pasa en otras partes del mundo si la abandonamos”, dijo en Atlanta.
Obama viajó allí para apoyar al senador Raphael Warnock, que intenta revalidar escaño y se enfrenta en esa pugna con el republicano Herschel Walker, antigua estrella de fútbol americano que cuenta con el beneplácito del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Su presencia también impulsó la candidatura a gobernadora de Stacey Abrams frente al republicano Brian Kemp, que según la media ponderada de encuestas efectuada por la web FiveThirtyEight la adelanta por ocho puntos porcentuales, con el 52 % de las intenciones de voto.
La carrera entre Warnock y Walker está más igualada y el republicano supera al progresista por solo tres puntos, con porcentajes respectivos del 45 y 48 %.
Ese escaso margen hace que Georgia concentre todas las miradas. Los demócratas controlan actualmente el Senado y la Cámara de Representantes, pero ostentan el poder en la Cámara Alta solo por el voto de desempate de la vicepresidenta del país, Kamala Harris, y no pueden permitirse perder ningún escaño.
“Las elecciones en Georgia son importantes. Atravesamos tiempos duros. Ha habido otros momentos oscuros en este país antes, pero incluso cuando las cosas se ponen difíciles, lo que nos une siempre ha sido más que lo que nos divide”, dijo Obama.
El exmandatario demócrata apuntó que problemas actuales como la inflación son globales y destacó que la única manera de que la economía sea justa es pelear por la democracia: “Y esto empieza por votar por la gente que se preocupa por ti”.
En un acto paralelo en Philadelphia, el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, insistió en que los comicios de noviembre no son un referendo a sus primeros dos años de mandato, sino una elección “entre dos visiones muy distintas de Estados Unidos”.
Añadió que en enero de 2021, a su llegada al poder, heredó una economía “rota”, y, como en otros mítines, recordó algunos logros de su liderazgo, como la creación de diez millones de puestos de trabajo o la aprobación de la Ley para la Reducción de la Inflación.