Confianza del consumidor panameño cayó a los niveles más bajos desde que se realiza está medición hace 15 años.
En julio de 2019, el Índice de Confianza del Consumidor Panameño marcó uno de sus niveles de confianza histórico con 129 puntos.
El optimismo en ese momento radicaba en el inicio de una nueva administración gubernamental, de la cual los ciudadanos se esperanzaban traería cambios trascendentales a nuestro país.
Tres años después este índice ha caído a los niveles más bajos de desconfianza que se han registrado desde que se conduce esta medición en la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá – hace quince años – marcando 61 puntos.
Cierto es que este quinquenio ha enfrentado dificultades históricas, pero también es cierto que de las grandes crisis surgen oportunidades excepcionales, las cuales debemos ser capaces de identificar y aprovechar.
Con este panorama, pudiéramos tender a pensar que hemos perdido la batalla; sin embargo, ésta no es la naturaleza de este gremio. Por el contrario, son en momentos como los actuales en los que más debemos aferrarnos en ser propositivos, presentar soluciones y, sobre todo, entrar en acción.
En las vísperas de celebrar nuestras fiestas patrias, hacemos un llamado a los panameños en optar por ver el vaso medio lleno, y no medio vacío. A pesar de las circunstancias, hagamos un pequeño alto y analicemos las fórmulas que nos llevaron a alcanzar éxitos históricos en el pasado y volvamos a aplicarlas de cara a construir una sociedad de confianza que nos permita progresar.
Las últimas mediciones del Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio destacan que la economía panameña tuvo un crecimiento de 11.8% en el primer semestre; y a pesar de la situación vivida a mediados de año, prevé un buen cierre económico para el 2022.
Ante este panorama, el sector privado panameño responderá con la generación de empleos, que ayudarán a palear la situación actual de las familias panameñas, por lo que le pedimos al Gobierno que responda mediante acciones que ayuden a construir confianza para seguir generando inversión en el país, y fortaleciendo nuestro estado de derecho.
Ahora bien, como señaló el economista Marco Fernández durante la III Asamblea General Ordinaria de la CCIAP, el salir adelante no se trata de economía solamente, lo que nos roba el mandado es la política, o más bien la politiquería. Ya que el rejuego político ha impedido que se den avances significativos para mejorar la educación, la salud, la seguridad social y la justicia.
Para construir confianza se necesitan decisiones y acciones valientes, como algunas que se han tomado en el pasado, ya que hoy no nos podemos permitir menos de esto.