“Bajo mi liderazgo, nunca nos alinearemos con la legalidad de la Unión Europea. En cambio, impulsaremos unas relaciones respetuosas y maduras con nuestros vecinos europeos en asuntos compartidos como la energía y la inmigración ilegal”, ha afirmado Sunak.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó ayer lunes que bajo su mando el Reino Unido “nunca” volverá a alinearse con las leyes de la Unión Europea (UE), al tiempo que ha asegurado que tratará de “revitalizar” las relaciones con sus vecinos continentales.
En el tradicional discurso anual del jefe de Gobierno en el Guildhall, sede de la alcaldía de la City de Londres (el distrito financiero de la capital), Sunak ha repasado sus prioridades en política exterior y ha ofrecido algunas de sus primeras reflexiones sobre el futuro de la relación con Europa desde que llegó a Downing Street, hace un mes.
“Estamos impulsando una evolución de nuestras relaciones pos-Brexit con Europa, incluidas las relaciones bilaterales, así como la participación en la nueva Comunidad Política Europea”, el foro ideado por el presidente francés, Emmanuel Macron, en el que participan países externos a la UE como Turquía, Ucrania, los Balcanes occidentales, Armenia, Azerbaiyán y el propio Reino Unido.
“Pero eso no significa un mayor alineamiento. Bajo mi liderazgo, nunca nos alinearemos con la legalidad de la Unión Europea. En cambio, impulsaremos unas relaciones respetuosas y maduras con nuestros vecinos europeos en asuntos compartidos como la energía y la inmigración ilegal”, ha afirmado Sunak.
Sus declaraciones enfrían las especulaciones de las últimas semanas en la prensa británica sobre la posibilidad de que el Reino Unido busque una relación con la UE similar a la de Noruega y Suiza.
Como países externos a la UE, ambos participan del mercado comunitario con menos barreras que el Reino Unido, si bien aceptan ciertas leyes comunitarias y la jurisdicción de tribunales europeos, y participan en el área de libre circulación de personas, entre otras condiciones.
En su discurso de hoy, el primer ministro británico ha recalcado asimismo la importancia de reconocer el “desafío sistémico” que supone China.
Es “un desafío que se vuelve más agudo a medida que (Pekín) avanza hacia un autoritarismo aún mayor”, según Sunak.
“Por descontado, no podemos simplemente ignorar la importancia de China en los asuntos mundiales, desde la estabilidad económica global a problemas como el cambio climático”, ha recalcado el jefe del Gobierno británico, que ha apostado por la “diplomacia y el diálogo” para gestionar las relaciones con Pekín.