La estrategia del Estado panameño para esta inscripción es presentar una nominación por fases, informó el Ministerio de Cultura, que lidera un plan de acción para ello que demuestra el compromiso del país con esta causa.
Panamá avanza en el proceso “largo y exigente” para lograr la inclusión de su Ruta Colonial Transístmica en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, a través de un plan de acción que involucra un equipo multidisciplinario que incluye, entre otros, historiadores, arqueólogos y antropólogos.
Hay un calendario que cumplir como parte del proceso de evaluación de una propuesta de nominación, “que se inicia el 1 de febrero (próximo), cuando Panamá tiene que presentar la nominación completa”, y que culmina en “mayo de 2024”, cuando se sabrá si el país entró “en la lista representativa”, dijo a EFE la embajadora permanente de Panamá ante la Unesco, Elia Guerra.
La Ruta Colonial Transístmica de Panamá está formada por una serie de monumentos, sitios y ciudades históricas que incluyen el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y el Distrito Histórico de Panamá (Patrimonio Mundial desde 1997), las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá: Portobelo y San Lorenzo (en la lista del Patrimonio en Peligro desde 2012), y los caminos coloniales que los unen: el Camino de Cruces y el Camino Real.
La estrategia del Estado panameño para esta inscripción es presentar una nominación por fases, informó el Ministerio de Cultura, que lidera un plan de acción para ello que demuestra el compromiso del país con esta causa.
UNA INSCRIPCIÓN POSPUESTA
En julio de 2019 el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco decidió posponer la inscripción de la propuesta panameña, a la espera de que la nación centroamericana entregara una propuesta revisada que cumpliera una serie de recomendaciones.
Entre otras cuestiones, el Comité pidió a Panamá presentar una propuesta que lograra justificar el valor universal excepcional de la ruta y que garantice la sostenibilidad financiera a largo plazo para la conservación y la gestión de este conjunto de sitios a través de la asignación adecuada de fondos.
La evaluación de la nominación, que hizo el órgano consultivo Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), “encuentra que estaba falta de información”, señaló la embajadora ante la Unesco.
En base a las recomendaciones, en septiembre pasado Panamá presentó “una propuesta a consideración de la Secretaría de la Unesco”, la cual “tuvo una respuesta el 15 de noviembre y ahora Panamá tiene, seguro antes de la medianoche del 1 de febrero, que responder a todos estos cuestionamientos que hacen los órganos asesores, evaluadores de la Unesco”.
“Hoy estamos dando respuestas a esas preguntas. No hemos terminado, estamos en la mitad de un proceso. Hay un equipo de arquitectos, sociólogos, historiadores, se están apoyando mucho en la experiencia mexicana, que ya tuvo una ruta importante, en Colombia, Perú. Creo que estamos dando respuesta a cada una de las inquietudes”, dijo Guerra.
EL VALOR UNIVERSAL EXCEPCIONAL
El equipo multidisciplinario está “apuntando a mostrar”, mediante investigaciones tanto históricas como de campo con excavaciones, recolección y análisis de vestigios, “la singularidad y la importancia del cruce a través de nuestro istmo para el desarrollo de la América”.
El Ministerio de Cultura indica que la Ruta Colonial Transístmica de Panamá fue utilizada por los españoles desde el siglo XVI hasta el siglo XIX como un sistema de comunicación esencial entre el Océano Atlántico y Pacífico, por lo que constituyó un nodo vital de la vasta red de transporte global conocida como Camino Real Intercontinental del imperio español, de allí su Valor Universal Excepcional.
“La singularidad de nuestra posición geográfica no nace con el Canal de Panamá, nace hace 500 años (…) La América crece a partir de esta actividad económica, migratoria que se da desde Portobelo hasta la ciudad de Panamá”, subrayó la embajadora.
LA ESTRUCTURA ADMINISTRATIVA
El Ministerio de Cultura aseguró que está trabajando activamente en la creación e implementación del Sistema de Manejo para la nueva propiedad, a través de una comisión Nacional de Patrimonio Mundial Cultural.
La cartera recalcó que el Estado panameño tiene constituido por Ley Nacional la asignación anual de recursos económicos para la conservación, mantenimiento, investigación y desarrollo de Panamá Viejo, Casco Antiguo, Portobelo y San Lorenzo, unas actividades que también son apoyadas con fondos procedentes de patronatos.
El ministerio utiliza, además, fondos de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 45 millones de dólares para el desarrollo del Programa “Apoyo para la conservación y gestión del patrimonio cultural y natural”, y adicionalmente han destinado recursos para atender las recomendaciones de la Unesco en materia de manejo como el “Plan de gestión – La Ruta Colonial Transístmica de Panamá”.
En cuanto al plan de conservación de los sitios en peligro (Portobelo-San Lorenzo), la embajadora Guerra dijo que el Ministerio de Cultura ha estado trabajando en el centro de visitantes para estas zonas”, porque “el tema es encontrar un equilibrio, un entendimiento de que a la larga la valorización y mantenimiento de estos sitios, suma al país, no resta”.
“Se está trabajando para que la población entienda que va a haber cambios en el proceso de administración alrededor de las ruinas, la Aduana de Portobelo, y que hay que cuidarla”, agregó.