Existe una edad ideal para que los niños aprendan otro idioma, según un estudio realizado por investigadores del Institute of Learning & Brain Sciences, de la Universidad de Washington, y se trata de la primera infancia, período que abarca desde el nacimiento del niño hasta los 5 años de vida.
Esta investigación revela que la plasticidad del cerebro de los niños en sus primeros años de vida facilita la adquisición de una segunda lengua, ya que los pequeños entienden con facilidad los mensajes y pueden reproducirlos. La capacidad de absorber toda la información a la que son expuestos los niños trae consigo una serie de ventajas desde el punto de vista cognitivo, académico y social.
Claudia Delgado, directora académica de Big Kids y experta en educación bilingüe, aclaró que lo importante es conseguir el método adecuado para potenciar ese desarrollo cognitivo del niño que le permita adquirir un segundo idioma.
“En Big Kids tenemos más de 18 años perfeccionando la enseñanza del idioma inglés. En este tiempo hemos comprobado que, ofrecer a los más pequeños experiencias en las que puedan desarrollar y descubrir sus habilidades para aprender dos o más idiomas a temprana edad, los prepara para interactuar con el mundo actual mientras juegan y se divierten”, agregó Delgado.
La experta indicó que el dominio de una segunda lengua en la infancia también mejora el rendimiento académico posterior y facilita la interacción cultural. Cuando los niños pueden expresarse en dos idiomas aumentan su capacidad de comunicación y su cerebro trabaja también otras habilidades como el desarrollo de su memoria, la concentración selectiva, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Además, mejoran su capacidad para realizar múltiples tareas y logran afianzar su personalidad.
Por su parte, Elizabeth Álvarez, directora Administrativa de Big Kids, comentó que por sus aulas han pasado más de 4 mil alumnos que han logrado dominar perfectamente el idioma inglés, entre sus sedes de Panamá y Venezuela.
“La experiencia demuestra que nuestra premisa: “Because the younger, the better” o “Mientras más joven mejor”, es una realidad. La facilidad con la que nuestros alumnos logran comunicarse tanto en inglés como en español, la potenciación de su memoria, su capacidad de atención y el desarrollo de habilidades en las diversas áreas del aprendizaje son evidencias de que nos hemos convertido en un referente en la enseñanza del inglés en edades tempranas”, explica Álvarez.
La mejor manera para alcanzar el dominio del inglés en la infancia es integrar este idioma a la rutina diaria del niño. “Así lo hacemos en Big Kids, nuestros programas del Morning School y After School están pensados para que los niños sigan un proceso estructurado que conecte toda su actividad a la práctica del idioma inglés”, comentó Álvarez.
En este sentido, el vehículo ideal para la enseñanza de una nueva lengua es el sonido. La palabra hablada es captada por el oído del niño que se acostumbra a lo que escucha, y genera la respectiva asociación entre sonidos y entorno que permite fijar los conceptos clave del idioma.
Las expertas señalaron que, incluso, si un menor deja de practicar inglés, su cerebro ya ha guardado los conocimientos adquiridos y puede retomarlo con gran facilidad en una edad más avanzada, incluso en la etapa adulta.
De igual manera, afirmaron que cuando el contacto con el inglés se realiza en edades más avanzadas, la adquisición de conocimientos es un poco más lenta, aunque no deja de ser efectiva, si se utiliza un método adecuado que motive a los niños más grandes a aprenderlo.
Divertirse y experimentar es la clave en la enseñanza del inglés a niños pequeños
Todos los tipos de juego son fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo integral infantil. La enseñanza del inglés, no se escapa a esta realidad, por lo que es ideal utilizar el aprendizaje lúdico para despertar el interés en los más pequeños.
A través de juegos sensoriales se logra estimular al niño para que utilice sus sentidos, descubra y explore. Otra dinámica que se implementa en los salones es utilizar objetos, acciones o ideas para que los pequeños hagan representaciones simbólicas.
“La imitación sirve para recrear situaciones propicias para el aprendizaje del idioma inglés”, añadió Delgado. El juego constructivo en el cual se manipulan materiales se dibuja o se combinan objetos con alguna función es otra herramienta que se aplica en el preescolar.
Las directoras de Big Kids explicaron que el proceso necesario para aprender el idioma inglés debe ser igual al que se utiliza para aprender el idioma nativo. Es decir, debe seguir las fases lógicas de: escuchar, comprender, hablar y por último leer y escribir. Lo más importante es que el niño se divierta mientras aprende.
“En la edad preescolar el cerebro del niño se asemeja a una grabadora. Estos pequeños aún no hablan español, están descubriendo su entorno. Sin embargo, desde temprana edad aprenden a distinguir los sonidos de los idiomas y van asociando qué sonidos diferentes pueden expresar lo mismo. Este es el proceso natural del cual hemos hablado”, aclaró Delgado.