Las ciudades de Miami, Tampa, Orlando, Deltona-Daytona Beach, Palm Bay-Melbourne o Jacksonville y Lakeland presentan también “algunas de las primas más altas” de EE.UU., donde el alquiler promedio es del 7,40 %.
La gran cantidad de alquileres vacacionales a corto plazo en Florida (EE.UU.), como los listados en la plataforma digital Airbnb, y las “opresivas restricciones” de las asociaciones de propietarios y condominios contribuyen significativamente a la crisis de arrendamiento que experimenta este estado, según un estudio divulgado esta semana.
“Los alquileres a corto plazo como los de Airbnb y sitios similares” hacen que el inventario de viviendas disponibles y asequibles se haya agotado, dijo Ken H. Johnson, economista de la Facultad de Negocios de la Florida Atlantic University (FAU).
A esta situación de escasez de vivienda se suma el hecho de que muchas asociaciones de propietarios y condominios “limitan a los dueños el alquiler de sus unidades durante el primer año y prohíben el alquiler por completo”, detalló Johnson en un comunicado.
Pese a que el precio de los alquileres está bajando en gran parte del país, Florida alberga nueve de los 21 mercados más caros de Estados Unidos, con inquilinos como los de la zona de Cape Coral-Fort Myers, en la costa oeste, que pagan más de un 18 % por encima de la tendencia de arrendamiento a largo plazo en este país.
Las ciudades de Miami, Tampa, Orlando, Deltona-Daytona Beach, Palm Bay-Melbourne o Jacksonville y Lakeland presentan también “algunas de las primas más altas” de EE.UU., donde el alquiler promedio es del 7,40 %.
“Como estado, debemos darnos cuenta de que la actual crisis de alquileres está perjudicando nuestro potencial de crecimiento económico y dificultando cada vez más que los trabajadores de servicios vivan a distancias razonables de sus trabajos”, advirtió Johnson.
El economista hizo hincapié en que “la escasez de unidades disponibles” ha conducido a un aumento de las tarifas de alquiler, por lo que “los desarrolladores y los gobiernos locales necesitan, claramente, construir más unidades”, aunque esta no sea la única solución al problema, añadió.
Y es que el apetito inmobiliario sigue fuerte en ciudades como Miami, pese a la inflación y la subida de los tipos de interés, mientras los expertos prevén que este mercado se mantenga fuerte en el sur de Florida en 2023.
El ‘boom’ del mercado inmobiliario sigue muy sólido gracias en parte a los compradores extranjeros, procedentes sobre todo de América Latina, que en 2022 fueron los número uno.
Sin ser un reto exclusivo del sur de Florida en EE.UU., la afluencia de nuevos residentes a esta región ejerce una presión cada vez mayor sobre la vivienda asequible y el estocaje de vivienda disponible.
Los expertos están de acuerdo en que el mercado no muestra signos de enfriamiento, pese al aumento de las tasas hipotecarias. Los precios de las viviendas no bajan, sobre todo debido a que la población en el sur de Florida sigue creciendo a gran ritmo y rapidez.
A juicio de Michael Taylor, presidente de la empresa constructora Current Builders, Florida “seguirá siendo un punto caliente inmobiliario” en 2023, con un sector que “ha estado en auge desde la pandemia” y que “no experimentará una desaceleración” al ritmo de otros estados de EE.UU.
“La alta demanda continúa, al igual que la afluencia de nuevos residentes” al estado de Florida, “lo contrario de lo que sucede a nivel nacional”, afirmó Taylor.