El director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo (PE), Jaume Duch, confía en que, tras el escándalo de corrupción y sobornos supuestamente vinculado a Catar y Marruecos, la “capacidad de reacción” de la Eurocámara ayudará a recuperar la confianza en la institución.
En una entrevista con EFE, Duch defendió la lista de 14 propuestas que la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, puso sobre la mesa este jueves para “aumentar la transparencia y la capacidad de escrutinio” de la institución y prevenir futuros casos como el “Catargate”.
No obstante, “tan importante” como la propia batería de propuestas es “que la mayor parte de las medidas puedan ser aprobadas muy rápidamente, que no perdamos tiempo y que aprovechemos de alguna manera la situación que se ha creado” para actuar con celeridad, destacó.
El último Eurobarómetro, elaborado entre octubre y noviembre de 2022 -antes de que estallara el “Catargate”-, reveló que un tercio de los ciudadanos europeos (el 36 %) tenía una imagen positiva del Parlamento Europeo, mientras que para el 45 % era neutral.
En el contexto actual, ante la falta de datos pero con una previsible caída de la confianza en la institución, el portavoz considera clave la “capacidad de reacción” de la Eurocámara, “capitaneada” por Metsola.
“Si el Parlamento le demuestra a la gente que sabe reaccionar y que lo hace con la suficiente dureza, que no esconde la cabeza debajo del ala, que asume responsabilidades y que ayuda a diferenciar el trabajo de una inmensa mayoría de diputados respecto a los desmanes de una ínfima minoría”, quienes hayan “perdido la confianza, la recuperarán”, sentenció.
“Espero que de esta crisis salgamos con un Parlamento más fuerte, con normas de control internas muy superiores a las de la mayoría de los parlamentos nacionales”, agregó.
HACIA EL FIN DE LA LEGISLATURA
A dieciocho meses del fin de la legislatura, este escándalo también podría repercutir en la participación en las elecciones europeas, sobre las que, según el citado Eurobarómetro, solo el 25 % de los ciudadanos sabe en qué año se celebrarán -2024-.
En este sentido, Duch insiste en la importancia de que el PE se concentre en el trabajo legislativo y “haga todo lo posible para que se sepa qué se está decidiendo y cuál es la aportación de la institución a la protección de los ciudadanos en un mundo cada vez más complejo y con crisis como la del covid o la guerra en Ucrania”.
No obstante, confió en que se mantenga la “visibilidad” que durante estos últimos años se ha dado a las decisiones europeas, propiciando el nivel de aceptación de la UE “más alto históricamente: el 72 % de los ciudadanos dice ver las ventajas de que su país forme parte” de los Veintisiete.
“Es lo que me hace pensar que cuando lleguen las próximas elecciones seguiremos incrementando, como ya pasó en el 2019, el número de personas que entiendan que deben ir a votar”, añadió.
Falta, en su opinión, seguir poniendo el foco en los jóvenes de entre 18 y 25 años, cuya participación pasó del 28 % al 42 % en la última cita electoral, pero sigue siendo menor que la tasa general.
A su juicio, “la UE es un proyecto de futuro (…). Si los jóvenes se descuelgan o no acaban de entender las ventajas de la UE, eso tendrá consecuencias en el futuro”, con lo cual “el esfuerzo entre los jóvenes debe ser permanente”.
LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA
En lo que resta hasta los comicios tendrá lugar el semestre español (de julio a diciembre de este año), “la última Presidencia de la UE completa de la legislatura”, por lo que España tiene “la responsabilidad de conseguir acuerdos con el PE en una cantidad bastante importante de dossieres” aún abiertos.
En esta línea, augura una presidencia “ambiciosa”, considerando “los documentos que circulan”, no solo en los temas internos de la UE, “sino también en la política internacional con el apoyo a Ucrania en su guerra defensiva contra Rusia y en las relaciones con los países de América Latina y del Mediterráneo”.