En un área de difícil acceso, un aula modular se construye en un periodo estimado de 6 a 8 días. A estas comunidades solo se puede llegar por vía aérea, debido a que no hay acceso por medios de transporte terrestre ni marítimo.
Ciento cinco funcionarios de los estamentos de seguridad y del Ministerio de Educación (Meduca), trabajan en la fase II del ejercicio humanitario Mercurio IV realizando labores de carga y traslado de materiales a comunidades de difícil acceso de la comarca Ngäbe Buglé, donde se construyen 15 aulas modulares en reemplazo de escuelas rancho.
Para realizar esta misión, a estas comunidades solo se puede llegar por vía aérea en helicóptero, debido a que no hay accesos por medios de transporte terrestre ni marítimo.
El capitán del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), Edwin Del Rosario, tiene más de un año de trabajar en la construcción de aulas modulares en áreas de difícil acceso.
“Hemos construido la mayor parte aquí en la comarca Ngäbe Buglé y también en Guna Yala. Todas las áreas han sido de difícil acceso y cada una tiene su complejidad, ya sea en la parte marítima, aérea o terrestre. Por vía aérea es una experiencia más difícil, pero enriquecedora”, indicó Del Rosario.
Para la Operación Mercurio IV, el Gobierno Nacional cuenta con el apoyo de 75 miembros de la Fuerza de Tarea Bravo del Comando Sur de los Estados Unidos, que además aportó helicópteros Chinook y Blackhawk. Esta cooperación permite transportar mayor cantidad de material y equipo en menos tiempo.
En total se construirán 15 aulas modulares en 11 comunidades de la comarca Ngäbe Buglé, durante esta fase II del ejercicio humanitario Mercurio IV.
Para realizar estos trabajos, los funcionarios deben dialogar con los dirigentes originarios, no solo para pedirles apoyo, sino también porque deben explicarles todo el proceso de edificación del aula modular.
“Nos toca concientizar a las personas de la comunidad para que nos ayuden, porque somos pocos, e igual hay que hacer el trabajo, eso es un beneficio para la comunidad educativa. Hablamos con los representantes de las comunidades para que sepan lo que se va a hacer”, añadió Del Rosario.
Cada helicóptero de los Estados Unidos puede trasladar el material de un aula modular por viaje, cuyo peso estimado es de 5 toneladas.
El material y los alimentos son cargados en los helicópteros desde la base aérea del SENAN ubicada en Rambala, provincia de Bocas del Toro, y desde allí son transportados a las áreas de difícil acceso.
Moisés Moreno, funcionario del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), tiene seis meses de trabajar en el Centro de Operación Nacional de Escuelas (CON Escuelas) en la instalación de las aulas modulares y destacó la satisfacción de los habitantes de las comunidades indígenas cuando entregan la obra final.
“Mi trabajo aquí en CON Escuelas es como armador, pero lo defino como ayudante porque hacemos de todo, desde que se inicia, cargando el material, ya sea en helicóptero, en carro, a pie. Todos hacemos nuestra labor, no importa si eres electricista, albañil, cada quien aporta y nos apoyamos en grupo”, dijo Moreno.
Recibido el material en las comunidades, el equipo de CON Escuelas se encarga de construir las aulas modulares en un periodo estimado de 6 a 8 días.
Para cumplir la misión, estos funcionarios que construyen las aulas modulares se alojan entre 15 días a un mes en estas comunidades de difícil acceso ubicadas a orillas del río Cricamola.
Rogelio Montenegro, voluntario del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), también es ayudante en la construcción de las aulas modulares y asegura que es una experiencia satisfactoria.
“Al momento de retirarnos, cuando ellos ven que los módulos están hechos, nos dan las gracias, y eso es lo más grande que nos podemos llevar, porque saben que sus hijos van a recibir una mejor educación en una mejor aula”, manifestó Montenegro.
En estas comunidades se habilitaron 25 helipuertos para los helicópteros que trasladan materiales, alimentos y al equipo de trabajo.