Con esta tarea, ANATI contribuye con las familias a tener la seguridad jurídica de sus tierras, también al pequeño y mediano productor, permitiéndoles contar con la legalidad sobre los predios para poder acceder a mayores actividades económicas.
Tras una espera de más de 60 años, 201 familias que han residido u otros cultivado los terrenos heredados de sus antecesores, recibieron las escrituras de sus predios por parte de la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (ANATI), en la provincia de Coclé.
En un acto público, desarrollado en el Colegio Ángel María Herrera, Penonomé, se entregaron títulos a 170 familias, culminando la jornada de beneficios iniciada el pasado viernes, durante la Gira de Trabajo Comunitario donde las primeras 17 familias, nueve (9) predios donde se ubican centros educativos del Meduca y cuatro (4) terrenos de instalaciones médicas recibieron sus escrituras.
Durante esta entrega se benefició a los distritos de Aguadulce, Penonomé, La Pintada, Antón, Olá y Natá; no obstante, durante esta administración se han visitado todos los distritos llegando, a la fecha, a más de 2 mil familias beneficiadas.
El acto presidido por las autoridades locales y la subadministradora de la ANATI, Arelys Del Carmen González Gaitán, se destacó que el uso de los predios entregados principalmente es para vivienda, sin embargo, los títulos entregados en la GTC fueron para actividades agrícolas y agropecuarios.
La entrega de estos nuevos 201 títulos, cuya extensión de terreno es de mil hectáreas, impacta directamente a más de 800 personas entre familiares y trabajadores de fincas.
Este acto contó con la participación del director del Registro Público, Bayardo Ortega, así como del vicegobernador de Coclé, Isaac Quirós.
Se contribuye con las familias a tener la seguridad jurídica de sus tierras, también al pequeño y mediano productor, permitiéndoles contar con la legalidad sobre los predios para poder acceder a mayores actividades económicas.
Entre los títulos, 82 son recibidos por mujeres, una tercera parte del total y, aunque la ANATI beneficia a todas las familias sin distinción, es grato que uno de los principales beneficios sociales del programa de titulación es el empoderamiento de las mujeres que, al igual que los caballeros, ahora son ellas –también- las titulares de las tierras.