Para garantizar “la seguridad hídrica” del país, el ministro señaló que el objetivo del gobierno en el horizonte de 2030 es garantizar más de 1.300 millones de metros cúbicos de agua procedente de las plantas desalinizadoras para suministrar agua potable, y la destinada a uso industrial, agrícola y turístico.
El ministro marroquí de Equipamiento y Agua, Nizar Baraka, subrayó este miércoles que su país impulsó una serie de medidas como la construcción de más plantas desalinizadoras de agua del mar e impulsar el tratamiento de aguas residuales para reducir su estrés hídrico.
En una conferencia organizada por la agencia de noticias marroquí MAP en Rabat, Baraka manifestó su preocupación sobre “el carácter complejo” del problema del agua y el continuo retroceso de recursos hídricos en el país debido a los consecutivos años de sequía y el cambio climático.
“Llegaremos a 500.000 millones de metros cúbicos para cada ciudadano, frente a 1.500 millones de metros cúbicos en 1960”, lamentó Bakara, que añadió que 2022 fue el año más seco en la historia del país desde 1945 y en el que las superficies cubiertas con nieves (que fue 45.00 kilómetros en 2018) bajaron un 89 %.
Baraka recordó que, a causa del cambio climático, Marruecos está enfrentando largos períodos de sequía y más inundaciones que en el pasado, pero apuntó una mejora desde septiembre pasado de los recursos de los embalses (gracias a las precipitaciones) que se situaron hasta el pasado 13 de febrero en 2.150 millones de metros cúbicos, con una subida de 192 % en comparación con el mismo período del año pasado.
Para mejorar la gestión del agua, el ministro marroquí señaló que la estrategia del gobierno es reforzar los recursos “convencionales” del agua con la construcción y restauración de los embalses, y el almacenamiento de aguas de lluvias, entre otros, e impulsar recursos “no convencionales” de agua con las plantas de desalinización y el tratamiento de aguas residuales.
“El objetivo es que haya un balance entre todos los componentes de esta estrategia y no basarse principalmente en los embalses como antes”, subrayó el ministro.
Para garantizar “la seguridad hídrica” del país, el ministro señaló que el objetivo del gobierno en el horizonte de 2030 es garantizar más de 1.300 millones de metros cúbicos de agua procedente de las plantas desalinizadoras para suministrar agua potable, y la destinada a uso industrial, agrícola y turístico.
Entre los proyectos de desalinización, figura la mega planta de Casablanca, con una capacidad de 548.000 metros cúbicos diarios, que estará operativa a finales de 2026.
La estrategia también tiene como objetivo garantizar 100 millones de metros cúbicos procedente del tratamiento de aguas residuales para el riego de espacios verdes, campos agrícolas, campos del golf y el uso industrial.