Lamentablemente la mesa de diálogo por el Seguro Social se mantiene en un inexplicable receso que impide que se encuentre la vía hacia una solución. La errada narrativa de algunos se basa en un pertinaz y absurdo ataque al sector privado, lo cual no es un argumento atendible.
Recientemente se ha anunciado que, en la Asamblea Nacional se procederá al debate de un proyecto de ley impulsado por los trabajadores organizados, que reforma la ley de la Caja de Seguro Social en general y que plantea medidas sobre el programa de invalidez, vejez y muerte. Dicho proyecto, no fue el resultado de consenso alguno.
Lamentablemente la mesa de diálogo por el Seguro Social se mantiene en un inexplicable receso que impide que se encuentre la vía hacia una solución.
La errada narrativa de algunos se basa en un pertinaz y absurdo ataque al sector privado, lo cual no es un argumento atendible.
El tema del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), tiene que ser resuelto por todos, porque afecta a todos los sectores de la sociedad.
Cuando se elude el debate para aportar verdaderas ideas, porque priman intereses ideológicos o cálculos políticos, se pierde la posibilidad de encontrar una solución que sea estable y sostenible.
Cabe señalar que la crisis de los sistemas de pensiones no es exclusiva de Panamá.
Diversas variables han provocado que muchos países hayan tenido que actualizar sus modelos para que no colapsen. Han entendido que, de no hacerlo, implicaría un grave daño a su futuro.
Es obvio que este problema no se resuelve con la emoción sino con políticas lógicas y racionales que deben ser fruto de un acuerdo nacional.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada, ha hecho una propuesta que está dispuesto a discutir. No deseamos imponer nada. Tenemos los argumentos suficientes para sustentarla y no tenemos temor al debate siempre que tenga ánimo de entendimiento.
Si nos enfocamos en encontrar soluciones, pensando en la Caja de Seguro Social y en Panamá, seguro lograremos la fórmula más acertada para resolver esta delicada situación
CoNEP se mantendrá activo. No dejará que las consignas huecas y el grito sectario, le quiten espacio al diálogo fecundo y a los acuerdos. El país es de todos.