97% de los encuestados en el mundo cree que operar con integridad es importante para su organización. El 62% de los encuestados en mercados emergentes consideran que es más desafiante mantener sus estándares de integridad en períodos de cambios rápidos o difíciles condiciones de mercado.
A nivel global, el 97% de ejecutivos asegura que operar con integridad es importante para su organización; sin embargo, al examinar más de cerca esta problemática, se encuentra que aún existen importantes brechas.
En los últimos años, los estándares de integridad han cobrado mayor relevancia, volviéndose un tema de más interés en las agendas de las compañías.
Según el estudio “Global Integrity Report: emerging markets perspective 2022” de la firma EY, el 36% de ejecutivos de mercados emergentes encuestados reveló que sus organizaciones han recibido sanciones relacionadas a comportamientos no íntegros, un ligero aumento frente al 2020 (32%).
El estudio de EY, que recogió las respuestas de más de 2,000 miembros del Directorio, altos directivos, gerentes y colaboradores de mercados emergentes de América del Sur, Europa, Asia y África; también reveló que el 62% de los encuestados considera que es más desafiante para las organizaciones mantener sus estándares de integridad en períodos de cambios rápidos o difíciles condiciones de mercado.
“Las organizaciones se están enfrentando a nuevos desafíos en la toma de decisiones; y en este contexto, las áreas de cumplimiento desempeñan un rol fundamental para prevenir la materialización de riesgos y fortalecer los mecanismos de control”, comentó Alfonso Crespo, socio Forensic & Integrity Services, de EY para la región de Centroamérica, Panamá y República Dominicana.
Agregó que la integridad corporativa es importante para que las organizaciones obtengan la confianza de sus distintos grupos de interés, “esto les permitirá diferenciarse, así como asegurar su valor y sostenibilidad a largo plazo”.
Respecto a las acciones para la prevención de actividades no íntegras, el 45% de encuestados indicó contar con capacitación regular sobre requisitos legales, regulatorios o profesionales relacionados con integridad. Y casi un tercio (31%) comentó que su empresa brinda incentivos para alentar comportamientos que demuestren integridad.
Según los resultados del estudio, el fraude, soborno y corrupción (37%) se posicionaron como los principales riesgos de integridad a largo plazo para las organizaciones, seguidos de la pandemia (36%) y ataques cibernéticos (27%).
Respecto al último punto, el 19% de encuestados señaló que su organización tuvo una violación importante de la ciberseguridad en los últimos 12 meses.
En ese sentido, Crespo puntualizó la importancia de las nuevas tecnologías como soporte y apoyo de las áreas de cumplimiento.
“El uso de la tecnología permite aumentar la eficiencia en la gestión del cumplimiento, monitoreo y toma de decisiones con base en información precisa. En el trabajo con nuestros clientes hemos sido testigos de cómo con el uso de una solución flexible que facilite la articulación y monitoreo efectivo de su programa de cumplimiento, se puede ahorrar tiempo de trabajo operativo en más de un 30% y el plazo de preparación para procesos de auditoría en 50%”, concluyó.