Las especies de tagua y chunga son muy utilizadas en la cultura indígena para la producción de artesanía.
Un proyecto de siembra de especies forestales de tagua y chunga para la producción de fibras naturales desarrollará el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y la Organización de Base Comunitaria (OBC) en la comunidad de Naranjal, Emberá Purú de la Comarca Emberá Wounaan, Darién.
Para tal efecto, se organizó una gira de inspección técnica del terreno donde se impulsará el futuro vivero de las plantas.
Esta iniciativa, que incluye la restauración de 30 hectáreas en la comunidad, es promovida por el proyecto Incremento de las capacidades para el manejo de productos no maderables de tagua y chunga en comunidades rurales de Darién-Fase III, con fondos del Fideicomiso Ecológico (FIDECO) que desarrolla MiAmbiente.
Funcionarios de la Dirección Regional de Darién de MiAmbiente viajaron al sitio para cumplir con el procedimiento y conocer la situación específica del área. La visita se aprovechó para hacer entrega de la personería jurídica a la OBC, formada por residentes en la comunidad indígena.
La jornada de trabajo se inició con la exposición en inclusión de género y la asesoría por parte de los técnicos en actividades como llenado de bolsas, repique y trasplante de plantas de chunga con el propósito de tener materia prima disponible para en el futuro se puedan elaborar artesanías que serán un sustento en las comunidades y así bajarle la presión que ejercen estas actividades en los bosques naturales.
El director regional de Darién, Enrique Castillo, consideró que este proyecto permitirá hacer un ejercicio a la OBC para integrarse en un mercado comunitario relacionado con esta especie y sus productos que son apreciados en el turismo. La institución ha fortalecido las capacidades de estas organizaciones comunitarias con talleres y acompañamiento; “la idea es encontrar actividades que beneficien a los miembros de las poblaciones”.
Las especies de tagua y chunga son muy utilizadas en la cultura indígena para la producción de artesanía. La chunga es una palma, conocida como Jiwa por las comunidades emberás; crece muy alta y tiene espinas que dificultan su manejo. Sus troncos son utilizados para columnas en el interior de las casas como columnas para los niveles y sus hojas son empleadas para confeccionar canastas, platos, vasijas en diferentes colores.
La tagua, por su parte, es una palma que mide ocho pies de alto. Con ella se elaboran botones; es comestible en su interior y al endurecer la especie de coco interna, se emplea para hacer tallas. Se le conoce como marfil vegetal.
Todas estas acciones como las que se organizan en la comunidad de Naranjal, forman parte del Programa Nacional de Restauración Forestal (PNRF) que lidera el Ministerio de Ambiente a través de la Dirección Forestal.