La 8ª Conferencia Our Ocean concluyó con 341 compromisos por valor de casi 20,000 millones de dólares, incluida la ampliación del Área de Recursos Manejados Banco Volcán en el Caribe panameño, que llevó a Panamá a proteger más del 54% de sus océanos.
Durante la primera semana de marzo, Panamá se convirtió en el primer país latinoamericano en acoger una Conferencia Our Ocean, una reunión de dos días que congregó a representantes de los sectores gubernamental, de la sociedad civil, filantrópico y científico de todo el mundo para debatir sobre el futuro de nuestros ecosistemas marinos y costeros.
Científicos y representantes del Instituto Smithsonian estuvieron presentes como asistentes, moderadores y panelistas, entre ellos la Subsecretaria de Ciencia e Investigación de la Institución Smithsonian, Ellen Stofan; el Director del Smithsonian Environmental Research Center, Tuck Hines; el Director del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) Ira Rubinoff, Joshua Tewksbury, y los investigadores marinos de STRI Héctor Guzmán, Ana Spalding, Mark Torchin, Rachel Collin y Matt Leray, entre otros.
El gobierno de Panamá asumió un importante compromiso durante la ceremonia de inauguración de la 8ª Conferencia Our Ocean, ampliando el Área de Recursos Gestionados Banco Volcán en el Caribe panameño, de 5,487 millas cuadradas a unas 36,058 millas cuadradas, una decisión basada en la ciencia de STRI que llevó al país a proteger más del 54% de sus océanos.
Salvaguardar los recursos naturales únicos de Banco Volcán ayudará a amortiguar el cambio climático y a proteger de la intervención humana los entornos montañosos de aguas profundas y la fauna de Panamá, incluidas varias especies de peces e invertebrados de alto valor comercial que representan un importante recurso sostenible para las comunidades costeras indígenas y afrocaribeñas.
“Un planeta vivo hace posible nuestra existencia”, afirmó la fundadora de Mission Blue y reconocida exploradora marina, Sylvia Earle.
“Todos somos testigos de la mayor era de cambio de toda la historia de la humanidad. También es la mayor época de oportunidades por lo que ahora sabemos”, añadió, antes del panel “Áreas Marinas Protegidas (AMP): Ampliando la protección de nuestro océano”, moderado por el director del STRI, Joshua Tewksbury.
“Aunque las actividades humanas han provocado muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día, me gustaría ofrecer una alternativa centrada en la innovación humana, la creatividad, la colaboración y la inclusión como vías para el cambio”, comentó Tewksbury. “Me gustaría que cambiáramos la narrativa de la crisis por la de la oportunidad”.
Algunos de los panelistas fueron Cristian Samper, director general y líder de Nature Solutions en el Bezos Earth Fund; Michaela Dommisse, encargada de investigación e innovación marina en la Fundación Minderoo y Maximiliano Bello, asesor de política oceánica global en Mission Blue.
Todos ellos reflexionaron sobre la importancia de las colaboraciones y coaliciones para la protección de nuestros océanos, así como sobre la necesidad de una buena ciencia y una comprensión de los contextos locales para garantizar que las áreas marinas protegidas conecten las rutas de migración de los animales, repongan las pesquerías, incluyan a las comunidades locales y protejan las especies endémicas y en peligro de extinción.
Otro aspecto crucial giró en torno a la necesidad de financiación y tecnología para garantizar que las AMP estén realmente vigiladas y protegidas.
“Todo parece iniciar con personas que deciden que es necesario un cambio, y ese cambio parece absolutamente imposible, hasta que no lo es”, comentó Dommisse. “Personas comprometidas como ustedes pueden provocar grandes cambios”.
La primera noche de la Conferencia, STRI, Re:Wild, el Pew-Bertarelli Ocean Legacy y el Bezos Earth Fund acogieron a un distinguido grupo en el BioMuseo de Panamá para celebrar su compromiso con la conservación de un Océano Pacífico Oriental Tropical (TEP) sostenible y resiliente.
El Honorable John Kerry, Enviado Presidencial Especial de los Estados Unidos para el Clima, compartió el escenario con Joshua Tewksbury; Janaina Tewaney Mencomo, ministra de Relaciones Exteriores de Panamá; Gustavo Enrique Miranda, ministro de Medio Ambiente de Ecuador; y Andrew Steer, presidente y director ejecutivo del Bezos Earth Fund; Zdenka Piskulich, directora de Enduring Earth; y la maestra de ceremonias, Patricia León, directora de programas conjuntos de ETP, Re:Wild y el Bezos Earth Fund.
El acto inició con un vídeo en el que se anunciaba que la Coalición “Connect to Protect Eastern Tropical Pacific”, formada por particulares, organizaciones, gobiernos, grupos indígenas e investigadores científicos, se ha comprometido a conseguir 150 millones de dólares en fondos privados y públicos para conservar el Corredor Marino del Pacífico Oriental Tropical (CMAR), un vibrante paisaje marino que conecta la Isla del Coco en Costa Rica con Coiba (Panamá), Malpelo (Colombia) y las Galápagos (Ecuador), y para abordar los retos a los que se enfrenta: contaminación; pesca ilegal, ilícita y no declarada (INDNR); cambio climático; y especies invasoras.
Tewksbury abogó por un nuevo buque de investigación para que los científicos puedan trabajar en todo el TEP y conectar también con las comunidades costeras. Añadió que STRI construirá unas instalaciones marinas totalmente nuevas para albergar este esfuerzo y formar a la próxima cohorte de líderes locales y mundiales en ciencias oceánicas. Reforzó este compromiso el segundo día de la Conferencia, durante el discurso de apertura de un acto paralelo titulado “Un Caribe Azul Sostenible”.
“Nos comprometemos a hacer ciencia para respaldar las medidas propuestas en esta conferencia: detener la contaminación oceánica, desarrollar el turismo comunitario y crear una política oceánica justa e inteligente para proteger nuestro futuro común y avanzar hacia un planeta sostenible en el que las personas vivan en armonía con la naturaleza”, declaró.
El acto paralelo contó con una serie de representantes de gobiernos de naciones caribeñas, que debatieron estrategias para la protección a gran escala de su océano compartido, así como con el ministro de ambiente de Panamá, Milciades Concepción, que destacó el apoyo de STRI a la creación de las AMP a ambos lados del país.
También participó Dalis Morris, representante del archipiélago de Guna Yala, en el Caribe panameño, hogar de indígenas isleños amenazados por el aumento de los océanos.
“Siempre hemos considerado a la naturaleza nuestra aliada, sólo tomamos de ella lo esencial”, comentó Morris. “Las personas que menos contribuimos al cambio climático, ahora estamos entre las más afectadas por la ira de la Madre Naturaleza”.
Sylvia Earle, presente en el acto paralelo, pronunció unas palabras de clausura: “Sigan el ejemplo de Panamá. Sigan el ejemplo de los países del TEP. Se está poniendo de moda proteger el océano, ¿por qué no? Es lo correcto. Nuestras economías y medios de vida dependen de ello, pero sobre todo dependen nuestras vidas”.
En otro acto paralelo copatrocinado por MigraMar, Re:Wild, el Pew-Bertarelli Ocean Legacy, el Bezos Earth Fund y Global Fishing Watch, Héctor Guzmán, biólogo marino de STRI y cofundador de MigraMar, que contribuyó a la investigación científica que respaldó la ampliación de la AMP de Banco Volcán, esbozó lo que se necesita para apoyar más la ciencia en las zonas costeras y las islas oceánicas: “Un equipo bien coordinado que trabaje para producir la mejor ciencia posible, auténtica voluntad política para poner la ciencia por delante y financiación suficiente para seguir haciendo ciencia”.
El segundo día de la Conferencia fue también la plataforma para la firma de un nuevo Memorando de Entendimiento entre STRI, el Smithsonian Environmental Research Center (SERC) y la Fundación Charles Darwin de Galápagos, para llevar a cabo investigaciones en colaboración en los ecosistemas marinos costeros a lo largo del TEP en relación con la conectividad biológica y las especies migratorias; seguimiento de movimientos y biología reproductiva; cartografía de la biogeografía de la diversidad de los montes submarinos; resistencia de los arrecifes de coral; clima, carbono y conservación; océanos y personas; evaluación de la resistencia de las comunidades costeras, además de la comprensión de las vías de la ciencia a la política.
La 8ª Conferencia Our Ocean concluyó con 341 compromisos por valor de casi 20,000 millones de dólares. Desde la primera Conferencia Our Ocean en 2014, los participantes de más de 70 países han anunciado más de 1,800 compromisos por valor de más de 108,000 millones de dólares y han protegido más de cinco millones de millas cuadradas de océano.