Por segundo año consecutivo los reyes y sus hijas acudieron por sorpresa el Sábado Santo a un evento en la Comunidad de Madrid, ya que el año pasado visitaron un centro de refugiados de guerra ucranianos en Pozuelo de Alarcón.
Los reyes, Felipe VI y doña Letizia, junto a sus hijas, Leonor y Sofía, se desplazaron a Chinchón para presenciar entre el público varias escenas de la pasión viviente de Cristo, que se representó el Sábado Santo tras caer la noche en esta localidad del sudeste madrileño.
Los reyes y sus hijas acudieron en primer lugar a la plaza de San Roque, adonde llegaron pasadas las 21.50 horas para contemplar el pasaje de Cristo en el Monte de los Olivos.
Cruzaron la plaza, saludaron y posaron para algunos selfis y se situaron los cuatro de pie entre los centenares de espectadores y junto a los figurantes de la pasión viviente, que este año celebró su sexagésimo aniversario.
Por segundo año consecutivo los reyes y sus hijas acudieron por sorpresa el Sábado Santo a un evento en la Comunidad de Madrid, ya que el año pasado visitaron un centro de refugiados de guerra ucranianos en Pozuelo de Alarcón.
Fue el primer acto en público de la princesa de Asturias desde el 15 de diciembre, cuando visitó un centro de la Cruz Roja, aunque en esta ocasión no hubo una convocatoria oficial y se trató de un acto de carácter privado de la familia real.
El jueves, la princesa Leonor comenzó unas vacaciones de diez días del curso académico que estudia en Gales, previo a los próximos tres años de formación militar que iniciará en agosto.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también se encontraba en Chinchón para presenciar las escenas finales de la representación de la pasión.