La entidad rechazó los actos violentos contra niños y mujeres en comarca Ngäbe Buglé.
Oficiales de la Defensoría del Pueblo de las regionales de San Félix y Bocas del Toro se trasladaron a Chiriquí Grande y a Changuinola, a fin de dar acompañamiento y conocer las vulneraciones a los derechos humanos de niños y mujeres víctimas de quemaduras y golpes como parte de un supuesto ritual de una secta religiosa en Isla Peterson, Kusapín, Comarca Ngäbe Buglé.
“En la Defensoría protegemos la libertad de culto, pero no permitimos que bajo el nombre de un Dios se haga este tipo de actos” manifestó Eduardo Leblanc González, Defensor del Pueblo, quien además recordó que ya se han dado otros casos en la comarca y que con este último ya sería la tercera ocasión.
“Creemos que algo está fallando probablemente hace falta mayor acceso del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), de los gobiernos locales y sobre todo las autoridades de persecución del delito”, “por ello hemos activado a la dirección de Educación y Promoción a redoblar las giras de promoción de derechos humanos en las áreas comarcales, agregó el Ombudsman.