En Barcelona es más conocido como el Día de Sant Jordi. Se conmemora no solamente al libro, sino también el de la Rosa, debido a una antigua leyenda en Cataluña, hacia el siglo XII, a partir de un fraile franciscano que escribió la llamada “Leyenda Aria”.
Y aquí estoy nuevamente intentado escribir, me ha llamado mucho la atención este tema en particular y quise compartirlo.
El día domingo 23 de abril, se conmemora el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, que fue fijado por la UNESCO en 1995. Y es que, justo alrededor de esta fecha, el 23 de abril, fallecieron tres grandes de la literatura universal. Miguel de Cervantes Saavedra (murió el 22 de abril y fue enterrado el día 23), así como también William Shakespeare.
Pero en Barcelona es más conocido como el Día de Sant Jordi. Se conmemora no solamente al libro, sino que, a su vez, el de la Rosa. Y esto es debido a una antigua leyenda en Cataluña, hacia el siglo XII, a partir de un fraile franciscano que escribió la llamada “Leyenda Aria”.
Esta historia cuenta que Sant Jordi mató al dragón con su lanza para proteger a la doncella Cleodolinda y, del charco de sangre que salió del dragón, floreció una cosecha de rosas.
Pero, en realidad, la vida de Sant Jordi no tiene nada que ver con esta leyenda. Sant Jordi, que vivió durante el siglo III dC, era un soldado cristiano martir, que fue canonizado en el 494.
Sin embargo, es debido a la “Leyenda Aria” que se ha hecho mucho más popular en Cataluña.
Nos comentan muchos catalanes que no les importa que no sea un día festivo. Cada 23 de abril las calles, ramblas y plazas de toda Cataluña se llenan de libros, rosas y banderas para celebrar la Diada de Sant Jordi, una jornada participativa en la que la palabra escrita y recitada toma protagonismo.
Las librerías salen a las calles para realizar la venta de diversos libros, así como también los autores de los mismos realizan firmas de autógrafos; junto con la tradición de regalar y/o comprar una rosa complementan la jornada, es algo realmente impresionante, la energía, la vibra que se siente, esto es, inclusive, algo tan bello de presenciar, se hace uno realmente parte de la festividad.
Nos comentaron que, debido a la venta de rosas que podemos encontrar en cada esquina de la ciudad, llega a ser un día mucho más importante que el de San Valentin.
Si bien es cierto, en esta época ya la venta de libros ha bajado mucho, debido a la invención de productos electrónicos para leerlos y evitar así la compra del propio libro en físico.
Es lindo contemplar que, a pesar de todo ello, existe hoy una ciudad que, al menos un día, le da ese valor de querer comprar un libro y de tener ese privilegio de poder oler, tocar y experimentar cómo es un libro nuevo al adquirirlo.
Les dejo un par de fotos de cómo fue ese día y que el proximo 23 de abril, que Barcelona nos contagie a nosotros ese deseo de adquirir un libro, para dar comienzo a una nueva andanza.
“Vivir sin leer es peligroso, te obliga a creer en lo que te digan”, Mafalda.