Panamá llegó a este 1 de Mayo inmersa en un largo y hasta ahora improductivo debate sobre las vías para salvar uno de los dos subsistemas de pensiones de la CSS, que está a punto de quedarse sin fondos, según las cuentas locales y las alertas de la OIT.
Los sindicatos marcharon este lunes pacíficamente en la capital y otras ciudades de Panamá en defensa de una seguridad social solidaria, más y mejores empleos y para exigir respeto a la libertad sindical, en la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.
“La seguridad social es universal, sin distinciones”, “salvemos la Caja del Seguro Social. Volver al sistema solidario es la solución. NO A LA PRIVATIZACIÓN”, eran algunos de los mensajes expuestos en las decenas de pancartas que llevaban los trabajadores que recorrieron parte de la ciudad de Panamá.
Panamá llegó a este 1 de Mayo inmersa en un largo y hasta ahora improductivo debate sobre las vías para salvar uno de los dos subsistemas de pensiones de la Caja del Seguros Social (CSS), que está a punto de quedarse sin fondos, según las cuentas locales y las alertas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Nos preparamos para la defensa de la CSS, no vamos a permitir que los empresarios quieran hacer un negocio con el dinero de los trabajadores y se ponga en peligro las jubilaciones y las pensiones”, dijo a EFE Marco Andrade, el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), que aglutina a una treintena de sindicatos y federaciones sindicales.
Los sindicatos defienden la idea de que las pensiones vuelvan a estar regidas solo por un sistema de beneficio definido – el que ahora enfrenta problemas de liquidez que podrían dejar sin cobrar la jubilación a al menos 290.000 personas – que desde 2005 convive con el sistema de ahorro personal.
Una mesa de diálogo, en la que el sector patronal rechaza la propuesta sindical, permanece inactiva y hay un reclamo general al Gobierno del presidente Laurentino Cortizo por su actitud de no encarar el problema, como se alega.
“Los verdaderos criminales son los gobiernos que no actúan”, rezaba este lunes una de las pancartas de los trabajadores.
Otros problemas que enfrentan los trabajadores en Panamá son la informalidad, que llega al 48,2 %, el desempleo (9,9 %) y los bajos salarios en el sector formal de la economía, que “no alcanzan para cubrir” las necesidades básicas, como afirmaron Andrade y también el secretario general del poderoso sindicato de la construcción Suntracs, Saúl Méndez.
“La clase trabajadora panameña demanda mejores condiciones de vida, esto implica tener trabajo digno, salario digno, significa tener un costo de la canasta básica familiar adecuado, aquí es muy alto frente a los salarios, que son muy bajos”, dijo Méndez a EFE.
En Panamá, con un ingreso per cápita de 14.617 dólares en el 2021, según datos del Banco Mundial, hay decenas de salarios mínimos, dependiendo de la actividad y zona del país. Pero en una cifra redonda este ingreso alcanza los 380 dólares, dijo a EFE el economista Felipe Argote.
El secretario general de la Conusi destacó que en este país centroamericano “hay 52 salarios mínimos que se han aplicado a la conveniencia de cada empresario” y detrimento de la clase obrera.
Andrade añadió que además que en Panamá no se está respetando la libertad sindical, que está expresamente establecida en el Código Laboral vigente.
En el Ministerio del Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) “se niega la personería jurídica de los sindicatos, y cuando eso ocurre la empresa, que está enterada porque funcionarios del ministerio le comunican, comienza entonces el despido de trabajadores y comienza una situación de terror”, aseveró.