Al mirar un panorama mundial, según la OMS, hay 1.28 billones de personas entre los 30 y 79 años que viven con hipertensión. Es alarmante saber que de ese total hay 700 millones de individuos que no reciben tratamiento para esta condición.
Todos hemos oído que los adultos necesitan dormir entre 7 y 9 horas para mantenerse saludables. Sin embargo, lograr esas horas puede ser difícil en muchos casos.
Al mirar un panorama mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 1.28 billones de personas entre los 30 y 79 años que viven con hipertensión. Es alarmante saber que de ese total hay 700 millones de individuos que no reciben tratamiento para esta condición.
Entre más información se conoce sobre el rol que juega el sueño en la salud cardiovascular, se vuelve evidente que los altos niveles de presión sanguínea son causa de falta de sueño. El cardiólogo Ashish Sarraju de Cleveland Clinic brindó información sobre cómo se relacionan las horas de sueño y la presión en la sangre.
Uno de los aspectos frustrantes alrededor del sueño es que hay un límite en el entendimiento del mismo. Sabemos que debemos dormir para sobrevivir y para garantizar nuestro bienestar, pero no tenemos información de por qué la falta de sueño impacta en nuestra salud. Lo que sabemos con certeza es que el sueño es una parte fundamental para la salud de nuestro corazón.
La Asociación Americana del Corazón reconoce la importancia de tener un buen sueño al añadirlo en la lista de los ocho puntos de lo Esencial en la Vida, para mantener una salud cardiovascular estable.
“Hay información que indica que falta de horas de sueño o una baja calidad del mismo está, significativamente, relacionada con una mala presión sanguínea”, comentó el Dr. Sarraju.
En otras palabras, la falta de sueño es uno de los factores de riesgo que puede contribuir a desarrollar problemas de hipertensión. Algunos otros aspectos que pueden influir en esto es la edad, la dieta, el ejercicio, si la persona fuma o el historial de la familia.
Al momento de dormir, ocurre un fenómeno llamado “inmersión nocturna”. El Dr. Sarraju describe este fenómeno como la idea de que nuestra presión sanguínea disminuye durante la noche.
“Cuando dormimos vemos que, aproximadamente, hay una disminución del 10% en la presión sanguínea. Los investigadores relacionan esto con nuestro ritmo cardiaco”, explicó el galeno.
Según el Dr. Sarraju, esto hace sentido, ya que nuestro cuerpo hace más demandas al corazón cuando estamos despiertos. Si no dormimos las horas necesarias, esa inmersión no va a ocurrir y esto es lo que puede terminar en hipertensión o problemas cardiovasculares.
¿Cómo mejorar el sueño?
No todas las personas que tienen hipertensión sufren de un desorden del sueño.
Para muchos de nosotros, la falta de sueño es un efecto de nuestra cotidianidad, hay circunstancias externas que pueden afectar nuestras horas de sueño.
“Tener un buen sueño depende de muchos factores externos que muchas veces no controla el paciente”, detalló el Dr. Sarraju. Es por eso que el médico se enfoca en generar conciencia sobre la importancia del sueño y el impacto en la salud cardiovascular.
Algunos consejos para tener mayor hora de descanso son:
- Mantener un horario constante con la hora de irse a dormir y la hora en la que empieza el día, incluso en los días de descanso.
- Hacer ejercicio, preferiblemente, durante horas del día.
- Usar la cama, únicamente, para dormir y tener relaciones sexuales. Para leer, trabajar o comer, es mejor designar un espacio diferente.
- Desconectar fuentes de luz como televisión, computadores, celulares y luces.
- Evita comer o tomar algo desde tres horas antes de tu hora de dormir.
- Desconectarse del entorno como noticias, redes sociales o cualquier factor que pueda generar estrés.
- Evitar el consumo de alcohol o de cafeína antes de acostarse.
Es importante empezar con pequeños pasos que nos lleven a tener hábitos más saludables para tener una mejor calidad de sueño. Es un proceso de mejora constante que trae enormes beneficios para nuestra salud.