Las estadísticas en los hospitales maternos superan porcentajes alarmantes de nacimientos de madres solteras, cifras que pueden poner en riesgo el futuro de la sociedad, sin embargo, también es un tema de concertación de géneros.
Hace unas cuatro décadas, en una fecha como ahora, lanzamos el programa de radio “Ecos Morazanistas”, como la voz estudiantil desde el colegio en que cursábamos el bachillerato.
Por ser un día previo por conmemorar el Día del Padre, la comisión respectiva redactó la alocución a los padres de familia con un singular título: “Padre no es el que engendra, sino todo hombre que educa”, para ser leída en el programa de radio.
Parece que el tiempo no ha pasado; pero se han dado cambios en la vida y en el tiempo y, por lo tanto, en la sociedad.
Panama sufre de dolores de crecimiento y eso afecta la parte social y, por ende, a la familia, la primera institución de toda sociedad.
Ya lo dijo la antropóloga Margaret Mead, al ser la primera en estudiar por años esta institución y definir las primeras líneas sobre lo que en el futuro sería el rol del género,y más allá de lo que es el matrimonio. La cual como filosofía definida indica: “una es la reciprocidad y la otra es que la felicidad no consiste solo en ser feliz, sino en convertir la felicidad del otro en la mía”.
Las estadísticas en los hospitales maternos superan porcentajes alarmantes de nacimientos de madres solteras, cifras que pueden poner en riesgo el futuro de la sociedad, sin embargo, también es un tema de concertación de géneros.
Por lo que afirmó esta antropóloga famosa, por su posicion que: “Las diferencias entre los roles sociales de hombres y mujeres no están dadas tanto por la configuración biológica, sino por las creencias culturales y las formas de educación predominantes”.
Por otro lado, y sin ser menos importante, hoy día el pais vive un tema esencial que se ha podido ver y del cual los tribunales que son responsables de estas acciones, les corresponden regularlo. Encontramos hijos huérfanos de padres vivos. Se ha dado una especie de “Síndrome de Alineación Parental”. Se trata de una dolencia relativamente nueva en los estudios parentales y, sobre todo, en los hogares disfuncionales, pero donde el país como tal tiene una gran deuda, debido a que ese tema es ciego entre las estructuras dadas en los tribunales panameños.
El SAP es una patología que mayormente afecta al progenitor, por lo que se requiere de estudios y análisis al respecto para que no se generalice la misma y sea un tema que se convierta en pandemia entre la familia en medio de los tribunales.
Por lo que la tarea de que la paternidad sea irremplazable, implica asumir roles fundamentales en el desarrollo y bienestar de sus hijos.
Lo que se traduce en una paternidad activa como forma de ejercerla de manera participativa, la cual involucra lo de ser corresponsable que va más allá de ser un proveedor económico y que busca la educacion como manera de crianza de los descendientes.
Algunos estudiosos del tema han indicado que la paternidad activa tiene beneficios para padres e hijos, porque trata del afecto favoreciendo el vínculo de la autoestima en el desempeño desde las etapas escolares, sociales y, sobre todo, el beneficio psicológico que eso representa. Igualmente compartiendo las tareas domésticas.
Es así como la paternidad activa ha sido calificada como un desafío para los padres de hoy, que deben transformar el modelo de paternidad adquirido a partir de la generación anterior. Mientras estas cosas que se sueñan ocurran y se definan políticas públicas, desde esta columna semanal un saludo a todos los padres de familia del país.