La Asociación Marea Verde y la Junta Comunal Ernesto Córdoba Campos lanzan el Laboratorio Creativo de Economía Circular “Garzón Lab”. Este componente es parte del proyecto Wanda Díaz que, junto con el B.o.B., atrapan desechos flotantes en el río Juan Díaz.
Hoy se realizó el lanzamiento del Laboratorio Creativo de Economía Circular “Garzón Lab”, en el Centro de Capacitación Integral de Gonzalillo, una iniciativa de la Asociación Marea Verde y la Junta Comunal Ernesto Córdoba Campos, con la participación de representantes de ambas organizaciones.
El objetivo del componente de economía circular “Garzón Lab” es estimular la generación de emprendimientos comunitarios que fortalezcan el ecosistema de empresas, organizaciones y asociaciones que trabajan con plásticos. El piloto iniciará en la Junta Comunal de Ernesto Córdoba Campos y posteriormente, se desplazará a otras Juntas Comunales de la cuenca del río Juan Díaz.
El componente “Garzón Lab” presentará una solución comunitaria, única en el país, que facilitará:
- La transferencia de conocimiento a las comunidades de la cuenca del río Juan Díaz para que aprovechen y se beneficien de la transformación de los plásticos.
- El uso de un prototipo de máquina para transformar plástico y la asistencia técnica a los gobiernos locales de la cuenca del río Juan Díaz.
- El empoderamiento de las comunidades participantes de la cuenca del río Juan Díaz, en los procesos de valorización de los plásticos acopiados en sus hogares y barrios.
De acuerdo con Mirei de Heras, presidente de Marea Verde, “estamos realizando un proyecto integral que incluye componentes de tecnología, investigación y sensibilización con el fin de mitigar la problemática del plástico en el río Juan Díaz y en todos los ríos urbanos, ya que en vista de la cantidad de basura que es vertida a los ríos y que llega al mar, se hace urgente que tanto ciudadanos, empresas y organizaciones busquemos nuevas formas de disminuir la generación de desechos y disponer de los desechos plásticos”.
El módulo de economía circular “Garzón Lab” fue construido con fondos internacionales de OnlyOne Legacy, una organización preocupada por restaurar la salud de los océanos y mitigar la crisis climática y de la Asociación Marea Verde. Los diseños para su construcción fueron cedidos por Precious Plastic Monash University, en Victoria, Australia.
Según el H.R. Rubén Medina, “nos complace tener este Laboratorio en la Junta Comunal para promover la economía circular y la creatividad de los residentes. Este proyecto se suma a las acciones y programas de la Junta Comunal Ernesto Córdoba Campos que van orientados a la protección y conservación ambiental. Además del Garzón Lab, en el corregimiento se realizan otros programas como el Programa Yo Reciclo en Comunidad, la recolección de aceite con Cemex, las limpiezas ambientales en la desembocadura del río Las Lajas, el programa de reciclaje escolar, entre otros”.
El módulo cuenta con cuatro máquinas para procesamiento de plástico HDPE integradas en un pallet que permite su fácil movilización y operación como estación de educación y aprendizaje vivencial en la transformación y valorización de plásticos recuperados y acopiados. De esta forma, Marea Verde busca facilitar el conocimiento y estimular la creatividad, inventiva y el emprendimiento de líderes sociales y comunitarios de la cuenca en el uso del plástico recuperado como materia prima.
Álvaro Quirós, gerente de Proyectos de la Asociación Marea Verde, mencionó que: “El Garzón Lab es el resultado de una alianza entre organizaciones de base comunitaria (Juntas de Desarrollo Local), gobiernos locales y organizaciones sin fines de lucro para que, a través de la ciencia ciudadana, con recursos limitados, ingenio y creatividad se busquen soluciones conjuntas a la falta de valorización de los materiales acopiados y de esta forma reducir el volumen de basura generada y evitar la contaminación de ríos, quebradas y océanos”.
El componente de economía circular viene a complementar las acciones de mitigación realizadas por Wanda Díaz para detener la contaminación por residuos sólidos plásticos flotantes que se descargan en el Sitio Ramsar y Humedal Bahía de Panamá y nuestros océanos.
En el año 2018, el estudio Estimación de Basura Marina Generada y Consulta a Actores, desarrollado por la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), calculó que en Panamá se arrojaron 102,299 toneladas de residuos sólidos a los océanos, de los cuales aproximadamente el 40% son polímeros plásticos que tardan cientos de años para degradarse en el medio ambiente.