Nataliia Molto nació en Ucrania y vive en Panamá desde el año 2019. Aquí creó MONA, su sello y su marca de finas prendas de vestir diseñadas especialmente para damas, aunque fabrican también, unas piezas maravillosas tipo guayaberas para hombres.
Conversar con Nataliia Molto genera una especie combinada de paz y energía que son, a la vez, una muestra fehaciente de su expresión artística. Le apasiona lo que hace. Es creativa e innovadora. Y sobre sus diseños, fue contundente… son el resultado de su propia visión.
La visitamos en su estudio de modas para conocer y descubrir qué la inspira a la hora de diseñar. Nuestro objetivo, adentrarnos en su mundo para entender lo que quiere transmitir.
Nataliia nació en Ucrania y vive en Panamá desde el año 2019. Fue, precisamente, en nuestro país donde le nació la idea de poder crear algo que fuera representativo de su país natal, de su gente, su cultura y como dice ella, de sus colores.
Y como todo en la vida, así nació MONA, su sello y su marca de finas prendas de vestir diseñadas especialmente para damas, aunque fabrican también, unas piezas maravillosas tipo guayaberas para hombres.
¿Cómo arrancó todo esto?
Nos contó que originalmente sus creaciones se vendían en algunas boutiques de la ciudad capital. “Posteriormente nos dimos cuenta que para crecer tenía que tener un local propio donde ofrecer nuestras piezas en un ambiente relajado y diseñado especialmente para que las clientas pudieran tener una experiencia de compra íntima y especial. Y aquí estamos, en nuestro propio local ubicado en Vía Porras”.
Háblanos un poco de tu marca, tus tejidos, texturas y los colores que distinguen las piezas de MONA.
“Todas nuestras telas están hechas de lino de muy alta calidad y se distinguen por los grabados y encajes hechos a mano donde queremos resaltar el concepto Vyshyvanka que no es otra cosa que un símbolo de fe, esperanza amor e indomabilidad de los ucranianos”.
“Nuestras piezas son fabricadas en máquinas especiales para destacar los grabados, que es lo que realmente distingue a nuestra marca. Una camisa bordada es un elemento obligatorio de nuestro atuendo tradicional. Vyshyvanka no es solo una obra de arte, sino también, una parte integral de la identidad ucraniana moderna”, acotó Nataliia.
Entonces, podríamos decir que, ¿esa es la fuente primaria de tu inspiración?
“En cierta medida sí, pero nosotros nos salimos un poco de la ropa tradicional para poder diseñar trajes, blusas y camisas finas con un estilo particular. También he plasmado mis diseños en pantalones. Creo ser la primera en hacerlo. Por ejemplo, viví por un tiempo en Asia y pude incorporar mis grabados y encajes ucranianos en prendas al estilo kimono oriental. Aquí en Panamá hay muchas playas. Por eso, también fabricamos piezas tipo túnicas para cubrir el vestido de baño de las mujeres”.
¿Hay algún diseñador famoso que pudieras decir que es tu fuente de inspiración?
“No, para nada. Realmente no me gusta copiar. Puedo generar ideas viendo alguna pieza y me pudiera inspirar en el concepto, pero son mis creaciones”.
Y, ¿para quién diseñas?
“Eso es muy difícil de contestar ya que atiendo tanto a jóvenes como a mujeres adultas. Mira, nosotros no tenemos colecciones. Hay mucha gente que le gusta eso. El problema es que generalmente las colecciones responden a ciertas tendencias y estas, tienen fecha de cumpleaños y pasan de moda. Nuestras tendencias, por decirlo así, es lo que a mí me gusta, es mi propio estilo. Así como a mí me gustaría vestir pienso que también les gustaría a mis clientas verse bien. Además, mis diseños se pueden usar en cualquier época del año”.
“Nuestras piezas son perfectas para Panamá, por el clima cálido y lluvioso que nos caracteriza. Aunque debo decirte que nuestras piezas también se venden en Alemania, Canadá, USA, Francia y, recientemente, me contactó un cliente de Kuwait. Seguro vieron nuestras creaciones por Instagram”.
Finalmente, una nota personal. ¿Cómo estás manejando la difícil situación por la que atraviesa actualmente Ucrania por la invasión rusa?
“Mira, fácil no es. Tengo parte de mi familia viviendo allá, pero hay que seguir adelante. No puedo parar. Todo mi equipo vive y trabaja en Ucrania. Allá está el taller y todo se fabrica en mi país. Y, por supuesto, que estoy muy preocupada por todos ellos. En Ucrania estamos acostumbrados a las crisis. En solo los últimos años, tuvimos la revolución naranja en los años 2004-2005, posteriormente en 2010 Yanukovich volvió al poder, después fue derrocado, en el 2014 vino lo de Crimea y ahora la invasión Rusa”.
“En toda esta tragedia, mi mamá perdió sus negocios varias veces. En el año 2022 a raíz de la invasión rusa tuvimos que cerrar el taller por un mes. Afortunadamente, teníamos un buen nivel de inventario de lino y por eso pudimos arrancar nuevamente a trabajar.
¿Algo más que quisieras agregar?
“Claro que sí. El año pasado, 2022, una de las principales revistas de moda ucranianas nos destacaron como una de las 10 marcas “unique” en el mundo de la confección”.