¿Qué pasa con la salud y la educación en Panamá?

¿Qué pasa con la salud y la educación en Panamá?
El autor del artículo es periodista, profesor de Español y magíster en Educación.

Lo mejor que puede hacer el Ministerio de Educación es resolver cuanto antes todos los problemas presentes para otorgarles a los estudiantes, por lo menos, una enseñanza que los ayude a afrontar los retos que tendrán en los niveles superiores.

Nadie puede negar que las autoridades de Salud han hecho un esfuerzo ingente para otorgarles a los panameños cuidados excepcionales con la adquisición de vacunas para toda la población durante la pandemia del covid-19. Sin embargo, estas autoridades han descuidado ostensiblemente sus responsabilidades en cuanto al ofrecimiento de medicamentos y servicios de calidad a todos los asegurados del país.

Todos los días los cotizantes del país se quejan de la falta de medicamentos en los centros de la Caja de Seguro Social, cuyos directivos no hacen el menor esfuerzo, a pesar de que ganan exorbitantes salarios, por dotar a la población de los medicamentos para aliviar sus dolencias.

Da lástima ver a personas de la tercera edad y a enfermos crónicos rogar por que se les entreguen los medicamentos que nunca reciben. ¿Adónde va a parar el presupuesto de casi 7 mil millones de dólares que todos los años se le aprueba a la CSS para funcionamiento y atención de los asegurados?

Vergüenza debe darles a todos los responsables de mantener la salud del panameño, los problemas que los asegurados enfrentan todos los días por la carencia de medicamentos y servicios de salud en un país que se jacta de tener un presupuesto general de más de 27 mil millones de dólares. Panamá, con menos habitantes que Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Honduras, tiene un presupuesto anual mayor que esos países que pasan por problemas mucho más apremiantes.

¿Y qué decir del sistema educativo cuyos discentes reclaman por la falta de profesores, por falta reparación y construcción de infraestructuras, y carencia de personal administrativo y de mantenimiento, de agua potable y otras necesidades? Otra vergüenza, porque nuestros estudiantes pasarán este año a otro nivel sin haber aprendido nada.

Lo mejor que puede hacer el Ministerio de Educación es resolver cuanto antes todos los problemas presentes para otorgarles a los estudiantes, por lo menos, una enseñanza que los ayude a afrontar los retos que tendrán en los niveles superiores.

Los estudiantes graduandos deberán analizar, con la ayuda de personas expertas, las falencias que tendrán al final de año y tratar de buscar ayuda para poder capearlas. Esto significa que tendrán que dedicar tiempo suficiente en su preparación si quieren mejorar por sí mismos los bajos niveles de aprendizajes.

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