Carlos Alcaraz reapareció con éxito en las pistas tras su victoria en Wimbledon y sobrevivió a la euforia y los festejos para sufrir y ganar al belga David Goffin (4-6, 6-4 y 10-8 en el ‘súper tie break’) en el segundo partido de España de la Copa Hopman.
Alcaraz, visiblemente cansado al inicio, fue de menos a más para igualar una eliminatoria que inició con derrota para España Rebeka Masarova. Ganó por los pelos, casi sobre la bocina y Goffin estuvo a un paso de bajar de la nube a un jugador con una capacidad de resistencia increíble.
Y es que, sin cumplirse todavía una semana de su incontestable éxito en la hierba de Wimbledon, Alcaraz se reencontró con la arcilla para enfrentarse a un tenista que ahora mismo está fuera del ‘top 100’ mundial pero que antes del inicio de la Copa Hopman declaró que perfectamente podría estar entre los 50 mejores.
Alcaraz, a las primeras de cambio, se enfrentó a un partido complicado. La derrota de Rebeka Masarova frente a Elise Mertens poco antes del inicio de su partido, obligaban al tenista murciano a ganar a Goffin para que España no perdiera su punto y se jugara su futuro en la competición frente al otro rival de su grupo, Croacia.
El número uno del mundo se enfundó el mono de trabajo y las pistas del Nice Lawn Tennis Club de Niza, donde Goffin comenzó envalentonado con una rotura en el tercer juego. El belga consiguió un 0-40 muy goloso y Alcaraz salvó dos puntos de break para caer en el tercero con un restazo marca de la casa de Goffin.
Con 2-1 por detrás en el marcador, Alcaraz reaccionó rápido y sumó dos juegos consecutivos para ponerse por delante en el partido (3-2). Sin embargo, fue un espejismo. El murciano no estaba fino. Jugaba sin pausa, puntos cortos, sin paciencia. La velocidad no le beneficiaba. Necesitaba más tranquilidad para afrontar los puntos. Demasiada impaciencia.
Goffin aprovechó la debilidad de su rival y consiguió colocarse 5-4 y 40-0 con tres bolas de partido. Alcaraz, contra las cuerdas, soltó un audible “no Carlos” cuando erró en una dejada que dio tres puntos de set al tenista belga. Salvó dos, pero con una excelente subida a la red, Goffin se llevó la primera manga (6-4).
Alcaraz ya no tenía mucho margen. Tampoco España. Una derrota en el segundo set, daría la victoria a Bélgica, que tras caer frente a Croacia el jueves necesitaba ganar sí o sí. Y, de nuevo, Goffin sorprendió a las primeras de cambio: rompió el servicio al español en el primer juego. Y, además, de la peor forma posible, con una doble falta muy inoportuna del número uno del mundo.
Mientras, Goffin, ahora en la posición 111 del ranking ATP, se divertía sobre la pista. Mostró su mejor versión, aquella con la que llegó a ser un ‘top ten’ planetario (número 7 en 2017). La necesitaba para superar a Alcaraz, que también cedió el segundo juego y necesitó sudar la gota gorda para volver al partido.
Su velocidad de piernas y su fortaleza física comenzaron a provocar errores no forzados a Goffin. Y por fin, en el sexto juego, Alcaraz consiguió una rotura para empatar 3-3 el partido. Sin embargo, en un arranque de orgullo, Goffin aún pudo sumar una última rotura que enseguida se la devolvió Alcaraz. Con 4-4 siguió el intercambio de golpes hasta que el número uno volvió a restar con efectividad para endosar a su rival un juego en blanco con el que ganó el segundo set (6-4).
De nuevo, España se jugó su futuro en el ‘súper tie break’. Y de nuevo, en el momento decisivo, como Masarova, Alcaraz comenzó mal, con un 4-0 en contra que igualó sin despeinarse. Entonces, comenzó el intercambio de golpes final hasta que el murciano dispuso de un punto de partido al resto que aprovechó para ganar 10-8 y dar el empate a España, que se jugará la victoria ante Bélgica en el partido de dobles.