El cabo primero Abdel Rodríguez, aseguró que sintió su vida en peligro, sobre todo porque por la premura del momento y de que se encontraba en su día libre no tuvo ningún implemento de protección. “Todo lo hice a pulmón”, indicó.
Cuando se trata de salvar vidas no importa la institución en la que trabajes, si estás en tu día libre, lo importante es salvar una vida. Ese es el pensamiento y la acción del bombero, cabo primero Abdel Rodríguez, quien el sábado 29 de julio rescató a dos personas de las fuertes corrientes de playa La Barqueta, ubicada en Alanje, Chiriquí.
El cabo primero Rodríguez, miembro de la Dirección de Operaciones de Extinción, Búsqueda y Rescate del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, contó que el sábado, cerca de las 5:45p.m., se encontraba, junto a su familia, disfrutando de una liberación de tortugas en playa La Barqueta, de repente escuchó gritos de auxilio. Una joven pedía ayuda, pues tres adultos se ahogaban, frente a los ranchos.
Sin dudarlo, se dispuso a entrar al agua para ayudarlas. Primero le dijo a su esposa que entraría, luego se quitó su suéter, jeans, zapatillas, quedó en short y se lanzó al agua; nadó poco más de quince minutos y en el área de la resaca, justo frente al hotel, encontró a tres personas visiblemente agotadas, que flotaban boca arriba.
Inmediatamente, les habló e intentó calmarlos. Al primero que agarró fue al niño, de unos 8 años. Lo sacó y se lo entregó a su esposa para que lo cuidara. Descansó unos breves instantes y volvió a entrar al agua, pues el adulto –padre del niño—aún no salía, contó el cabo primero Rodríguez, quien es guardavida desde el año 2011.
Al volver a entrar lo ubicó detrás del rompeolas, bastante agotado. Logró sacarlo. Después supo que el otro adulto había logrado salir por sí mismo. Mientras, afuera, el niño lloraba, pues pensaba que su padre se había ahogado.
Hoy Rodríguez, quien es miembro del BCBRP desde hace 10 años, dice sentirse “bien” por estar en el momento y lugar indicados.
Rodríguez, quien labora en la Estación Juan Araúz, sede de la Zona Regional Chiriquí, dijo no esperar la reacción de la población al conocerse su acción a través de las redes sociales. Como guardavida, con más de 12 años de experiencia, ha hecho otros rescates de este tipo, sin embargo, reconoce que este le impresionó, pues su hija también tiene ocho años.
Aseguró que sintió su vida en peligro, sobre todo porque por la premura del momento y de que se encontraba en su día libre no tuvo ningún implemento de protección. “Todo lo hice a pulmón”, indicó.
Reiteró que playa La Barqueta es muy peligrosa, por ello recomendó a la ciudadanía tomar medidas de precaución al momento de ingresar a sus aguas. Y hacerlo preferiblemente en las horas que están los salvavidas, que es hasta las 5:00 p.m.
También les recomendó no usar flotador, ya que es un riesgo mayor pues la corriente se lleva a la persona. En caso de que esto suceda es mejor no luchar contra la corriente para no cansarse, sino que ir con ella y tratar de salir hacia los lados.