Estas cifras destacan una disminución del número de personas afectadas por explosivos de un 42 %
El número de personas víctimas de la violencia y los conflictos armados en Colombia disminuyó el primer semestre de 2023 con respecto al mismo periodo en 2022, a pesar de que hubo 162 víctimas de artefactos explosivos, según el reporte semestral del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Comparando las cifras del año pasado los datos representan un cambio de tendencia según veníamos registrando en los últimos años”, explicó el jefe de la delegación del CICR, Lorenzo Caraffi, que valoró la mejoría de los datos tras cinco años consecutivos, desde 2018 hasta 2022, en los que la situación humanitaria empeoraba.
Entre enero y junio de 2023 se reportaron 162 víctimas de diferentes artefactos explosivos, de las cuales el 53 % fue población civil y 27 personas fallecieron, según los datos del CICR.
Estas cifras destacan una disminución del número de personas afectadas por explosivos de un 42 % con respecto al periodo entre enero y junio de 2022. Sin embargo, las minas antipersonales o el riesgo de granadas u otros artefactos han impuesto temor a “comunidades enteras”, que han acabado por confinarse o no poder desplazarse con libertad.
De hecho, el confinamiento es el único apartado que empeoró en 2023, ya que estuvieron confinadas 22.755 personas, un 18 % más que el año pasado, según datos de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV). “Chocó es el departamento más afectado con más del 50 % de los casos”, informó la CICR.
MEJORAN LAS CIFRAS DE DESPLAZAMIENTO
Por otro lado, en el informe presentado por este comité también revela que el desplazamiento de personas, una de las graves consecuencias humanitarias del país, también descendió con respecto al año anterior: 26.915 personas se desplazaron de forma masiva y 34.212 lo hicieron de forma individual, según la UARIV.
En relación a los desplazamientos, Caraffi explicó que “la reducción de cifras es un elemento positivo pero deben ser observadas desde el punto de vista territorial porque las afectaciones varían en cada territorio”.
Además, el CICR documentó entre los primeros seis meses de 2023 un total de 54 casos de desaparición, de los cuales 48 son civiles y seis integrantes de grupos armados o de la Fuerza Pública. El 67 % de los casos se concentraron en los departamentos de Arauca, Cauca, Chocó y Nariño.
Por otro lado, la Mesa Nacional de Misión Médica reportó 124 agresiones contra la asistencia de salud.
A pesar de que estos datos son alentadores después de cinco años en los que las consecuencias humanitarias por conflictos armados y la violencia aumentaron, Caraffi destacó que la población civil es la que sigue sufriendo las mayores consecuencias.
“Pedimos a los actores armados para que respeten el derecho internacional humanitario” señaló el jefe del CICR, que también insistió en que los “actores armados” permitan el acceso a organizaciones humanitarias para que “puedan contribuir a mitigar las consecuencias de los conflictos armados”.