Un proyecto de modernización representa hacer grandes cambios al interior de las empresas. Ello especialmente cuando se implementa un nuevo software que añadirá funcionalidades, se migra a la nube, o se consolida una infraestructura para reducir costos, señaló experto de SAS México, Caribe y Centroamérica.
Lograr modernizarse para poder solventar las nuevas necesidades de los mercados y consumidores, es una tarea continua que deben realizar las empresas para mantenerse competitivas. Sin embargo, la forma en que se debe abordar este proceso por parte de las compañías, requiere de una planeación minuciosa para solventar cualquier obstáculo que se presente.
Pero ¿cómo lograr ese proceso de modernización? Para Rubén Valdovinos, Director Customer Advisory para SAS México, Caribe y Centroamérica, si bien la resistencia al cambio es el primer obstáculo que deben sortear las empresas, también es fundamental que sepan qué se espera lograr con dicha modernización. Para ello, mencionó, es necesario tener claros los objetivos y que todos los involucrados los entiendan perfectamente.
“Un proyecto de modernización representa hacer grandes cambios al interior de las empresas. Ello especialmente cuando se implementa un nuevo software que añadirá funcionalidades, se migra a la nube, o se consolida una infraestructura para reducir costos, por ejemplo”, afirmó Valdovinos.
Añadió que, ante el avance de innovaciones como la inteligencia artificial (IA), el machine learning (ML) y el Big Data, adicionalmente se requieren mecanismos de procesamiento de datos más recientes y potentes, pero que a la vez sean fáciles de usar por parte de profesionales que no necesariamente tienen una formación analítica.
Elementos principales para la modernización
De acuerdo con Valdovinos, para que las empresas logren cumplir con los procesos de modernización, deben basarse en la preparación y planeación.
“Por ejemplo, el hecho de implementar nuevo software o funcionalidades para potenciar el desempeño y crecimiento de una empresa, requiere tener un mapa de ruta que integre elementos como las pruebas de concepto, la arquitectura, entender y evaluar los datos, software, código y procesos de los sistemas legados. Así como considerar la ruta hacia el nuevo entorno, y las pruebas de éste con nuevo contenido”, mencionó el experto de SAS México, Caribe y Centroamérica.
Añadió que, también, resulta muy útil hacerse preguntas fundamentales, que permitan comprobar que la empresa está avanzando hacia la dirección correcta. Un ejemplo de ello es que, en caso de una modernización en el área de TI, los responsables de los proyectos, lo primero que deben preguntarse es si entienden bien los entornos legados. Con ello, podrán dimensionar así el impacto de una iniciativa de estas dimensiones.
De igual modo, se deben preguntar si es necesario modernizar todo o no tocar algunas aplicaciones o sistemas. Así como determinar quiénes deben participar activamente, cuáles serán los criterios de éxito y cómo se medirán. También cómo se probará el nuevo entorno, cuándo entrará en producción y el impacto real de la modernización en el modelo operativo del negocio, entre otros puntos.
Asimismo, debe prestarse atención al tipo de analítica que se está implementando localmente y en la nube, pues proveedores de equipo de hardware y bases de datos suelen integrar soluciones de análisis genéricas y abiertas que pueden ser limitadas en sus funcionalidades, lo que podría desviar el propósito de modernizarse.
Influencia en el personal y procesos de negocios
Valdovinos mencionó que el impacto de la modernización en las empresas es significativo. Ello particularmente en el desempeño del negocio y la operación de sus sistemas. De ahí, agregó, es muy importante que los responsables de la modernización también piensen en cómo los cambios resultantes de la modernización influirán en la gente y en los procesos de negocio.
“El contexto de negocios actual demanda dejar atrás los sistemas tradicionales y legados, y recompensa la innovación y el cambio. Los beneficios que un proyecto de modernización aporta, superan por mucho a los potenciales retos, y se reflejan en el crecimiento y fortalecimiento del negocio en el largo plazo”, afirmó Valdovinos.
Añadió que, además, el proceso de modernización también se ha beneficiado y acelerado de la migración a la nube de herramientas analíticas. Ello mediante interfaces bastante amigables con los usuarios, quienes se benefician de modelos low code y no code.
Asimismo, las soluciones analíticas instaladas de forma local (on-premise) también han ganado dinamismo mediante nuevas funcionalidades que no solamente facilitan su manejo, sino que también optimizan la detección y resolución de errores, así como la instalación de parches. Todo ello, gracias a la arquitectura enfocada en microservicios, sin afectar el desempeño de la plataforma.
De este modo, concluyó el experto de SAS, las organizaciones son capaces de responder más rápidamente a los retos y cambios en el mercado al tener acceso a la infraestructura, el poder de cómputo, los microservicios y las soluciones que requieren, con solamente un clic.