Atamaint explicó que la ley electoral determina que en caso de muerte de un candidato su puesto puede ser entregado a otra persona que el movimiento político en cuestión defina hasta antes de las votaciones.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador ratificó este jueves que los comicios presidenciales y legislativos del próximo 20 de agosto se mantendrán inalterables, y dijo que espera que el movimiento político del asesinado candidato Fernando Villavicencio designe a su reemplazo.
La titular del CNE, Diana Atamaint, también aseguró que la fuerza pública redoblará la seguridad en torno al proceso electoral con el objetivo de garantizar una normal jornada de votaciones.
Atamaint, en una rueda de prensa, indicó que el pleno del Consejo ratificó que el calendario electoral no ha sufrido alteraciones y llamó a los votantes a acudir a las urnas para designar a las nuevas autoridades.
Precisó que una reunión con las organizaciones políticas de los candidatos presidenciales, que estaba previsto para la mañana de este jueves, se difirió por pedido del grupo de Villavicencio, el Movimiento Construye, que ha pedido tiempo para analizar la situación y definir a quien lo reemplazará.
Atamaint explicó que la ley electoral determina que en caso de muerte de un candidato su puesto puede ser entregado a otra persona que el movimiento político en cuestión defina hasta antes de las votaciones.
Además, dijo que los votos que obtenga Villavicencio se endosarán a quien lo reemplace.
La presidenta del CNE informó de que ya ha imprimido el cien por cien de las papeletas de la votación presidencial y que incluso el material electoral ya se ha distribuido a diez de las 24 provincias del país.
Asimismo, ratificó que la fecha del debate entre los candidatos presidenciales, previsto para el próximo domingo, se mantiene también inalterable y en el que podría intervenir el reemplazo de Villavicencio, aunque el Movimiento Construye ya ha avisado de que no participará.
Los mandos de las Fuerzas Armadas y de la Policía, en conjunto con el CNE, “se encuentran replanteando” los procedimientos de seguridad del proceso electoral, con el objetivo de garantizar la seguridad que se demanda en “tiempos tan complicado como los que vive el país”, remarcó Atamaint.
El actual proceso electoral en Ecuador tiene un carácter extraordinario, pues responde a la aplicación inédita de un mecanismo constitucional denominado “muerte cruzada”, invocado en mayo pasado por el presidente del país, el conservador Guillermo Lasso.
Con ese recurso, Lasso disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento) y forzó la convocatoria anticipada de elecciones, lo que implicó la reducción de su mandato.
Por ello, las autoridades que salgan designadas en dichas votaciones completarán el periodo 2021-2025 que le correspondía a Lasso, que no se presenta a la reelección.
Con la “muerte cruzada” Lasso evitó someterse a la etapa final de un juicio político de censura en la Asamblea legislativa, de mayoría opositora, que le acusó de peculado (malversación de fondos públicos) en una empresa estatal, cargo que él niega.