China reclama la soberanía de Taiwán, un territorio que considera una “provincia rebelde”
China condenó este domingo las paradas que realizará en Estados Unidos el vicepresidente de Taiwán, William Lai, durante su viaje a Paraguay, y advirtió de que tomará “medidas contundentes para salvaguardar su soberanía e integridad territorial”.
Lai realizará una escala en Nueva York antes de llegar a Paraguay -uno de los 13 países que mantienen lazos oficiales con Taiwán- para asistir a la investidura de Santiago Peña como presidente, y posteriormente hará una parada en San Francisco a la vuelta del viaje.
“China se opone firmemente a cualquier forma de contacto oficial entre Estados Unidos y Taiwán, y se opone a que los ‘separatistas taiwaneses’ viajen a Estados Unidos bajo cualquier pretexto. China expresa su condena y fuerte descontento ante la insistencia de Washington para que Lai realice esa parada”, indicó este domingo el ministerio de Exteriores chino en un comunicado.
Según Pekín, Lai está “buscando problemas” con sus tránsitos en Estados Unidos, a los que califica como “una excusa para participar en actividades políticas”.
“Esto viola el principio de ‘Una sola China’ y daña gravemente la soberanía e integridad territorial de China. Los hechos prueban de nuevo que la causa de las tensiones en el Estrecho de Taiwán son la insistencia de las autoridades taiwanesas de contar con Estados Unidos para buscar la ‘independencia’ así como la de Washington de ‘usar a Taiwán para contener a China'”, agrega la nota.
La cartera china insta a Estados Unidos a que termine “cualquier tipo de contacto oficial con Taiwán” y a que “deje de apoyar a cualquier fuerza separatista taiwanesa”.
“China está siguiendo la situación de cerca y tomará medidas contundentes para salvaguardar su soberanía e integridad territorial”, concluye Pekín.
En abril, China realizó tres días de ejercicios militares después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reuniera con el jefe de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en California, a su regreso de un viaje a Guatemala y Belice.
Por su parte, Taipéi ha tratado de restar importancia a la parada de Lai, destacando que ha ocurrido otras veces, y ha pedido a Pekín que no “sobrerreaccione”.
Según el Gobierno taiwanés, es posible que China realice maniobras cerca de Taiwán la próxima semana “utilizando la escala como pretexto para intimidar a los votantes antes de las elecciones del próximo año”.
Las tensiones entre Taipéi y Pekín, constantes desde la llegada al poder de Tsai en 2016, se recrudecieron el verano pasado a cuenta de la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, fuertemente protestada por las autoridades chinas, quienes la calificaron de “farsa” y “traición deplorable”.
Los aviones del Ejército chino traspasan constantemente la mediana del Estrecho de Taiwán desde aquel viaje, que enfureció a Pekín.
China reclama la soberanía de Taiwán, un territorio que considera una “provincia rebelde” desde que en 1949 los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra contra el ejército comunista.
La isla autogobernada es uno de los principales motivos de fricción entre China y EE. UU., ya que el país norteamericano es el principal proveedor de armas de Taiwán y lo defendería en caso de conflicto.