A los miles de fieles congregados para escucharle durante el rezo dominical del Ángelus, Francisco les pidió “rezar por el querido pueblo nigerino” y “también por todas las poblaciones heridas por guerras y violencias, especialmente rezamos por Ucrania que sufre desde hace mucho tiempo”, añadió.
El papa Francisco hizo un llamamiento “por la paz en Níger y la estabilidad en el Sahel”, cuando se estudia la posibilidad de realizar una intervención militar en ese país tras el golpe de Estado si fracasan las vías pacíficas, luego del rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
“Sigo con preocupación lo que sucede en Níger y me uno al llamamiento de los obispos a favor de la paz y la estabilidad en el Sahel. Rezo por los esfuerzos de la comunidad internacional para una solución pacífica para el bien de todos”, dijo el pontífice.
A los miles de fieles congregados para escucharle durante el rezo dominical del Ángelus, Francisco les pidió “rezar por el querido pueblo nigerino” y “también por todas las poblaciones heridas por guerras y violencias, especialmente rezamos por Ucrania que sufre desde hace mucho tiempo”, añadió.
El presidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), que gobierna en Níger tras el golpe de Estado del pasado 26 de julio, el general Abdurahamane Tiani, afirmó este sábado que está abierto a cualquier diálogo que respete las aspiraciones del pueblo nigerino y negó que su intención sea “confiscar el poder”.
Aunque calificó este sábado de “ilegales e inhumanas” las sanciones impuestas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que amenaza con una intervención militar para recuperar el orden constitucional si fracasan las vías pacíficas.
La posible acción militar ha dividido a la región, donde los Gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron en las últimas semanas y de manera pública la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.
En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países vecinos gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos, mientras que Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde han rechazado una intervención militar y abogan en su lugar por el diálogo.