La dictadura de Chile duró 17 años y dejó más de 40.000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Chile, Luis Cordero, se refirió este domingo a la conmemoración de los 50 años del golpe militar de 1973, señalando que “es parte de la reflexión que requiere o necesita el sistema político”.
“Yo creo que en eso el Gobierno ha tratado de hacer todos los esfuerzos (…) en política se da con más facilidad la crítica que el halago. Se da con más facilidad la impugnación que la cooperación, y eso es por ciertos incentivos que tiene el sistema político para marcar esas diferencias “, dijo el funcionario.
Cordero se refirió particularmente a las críticas que esgrimió la diputada del Partido Comunista (PC) y reconocida abogada de derechos humanos Carmen Hertz, quien declaró que “esperaba más del Gobierno” respecto a la conmemoración del golpe que derrocó al Gobierno democrático de Salvador Allende (1970-1973) y dio paso a una sangrienta dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet (1973-1990).
“Uno no puede tener temor a discrepar, siempre que sea con respeto, con lealtad y siempre que se sostengan las instituciones y la amistad cívica y yo creo que, pese a todo, yo sigo siendo un optimista”, subrayó.
“El Gobierno ha tratado de hacer un esfuerzo genuino por tratar de buscar un espacio de compromiso hacia el futuro en torno a los 50 años, que es lo que ha convocado el presidente de la República”, agregó el ministro Cordero.
Hasta hoy, en Chile sigue habiendo 1.159 víctimas de desaparición forzada durante la dictadura que aún son buscadas por sus seres queridos.
La dictadura de Chile duró 17 años y dejó más de 40.000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.