La idea es mejorar la coordinación entre los bancos públicos de desarrollo para alinear sus intervenciones.
Un grupo de ocho bancos públicos de desarrollo se comprometieron este martes en Cartagena de Indias a trabajar conjuntamente por una “hoja de ruta de finanzas azules”, con la que se busca actuar por la protección y uso sostenible de los océanos y ecosistemas marinos y costeros.
El exministro de Ambiente colombiano Carlos Correa, miembro senior de la ONG Conservation International, aseguró que el mundo ha perdido 1,1 millones de hectáreas de manglares en los últimos 20 años y destacó que “el objetivo es restaurar la mitad de lo que hemos perdido”.
“También impulsaremos programas de infraestructura verde que combinan la restauración de la naturaleza, de manglares y de pastos verdes marinos con enfoques que permiten proteger ecosistemas de carbono azul”, añadió.
En ese sentido, destacó esta “coalición amplia que incluye bancos públicos de desarrollo” para esta hoja de ruta, cuyo progreso será presentado en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se realizará en Francia en 2025.
“ACCIONES POSITIVAS PARA EL OCÉANO”
La cooperación está denominada “Un Llamado a Implementar Acciones Positivas para el Océano” y de ella hacen parte la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
También suscribieron este compromiso el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo KfW de Alemania y el Banco de Desarrollo de África Occidental (BDAO).
La idea es mejorar la coordinación entre los bancos públicos de desarrollo para alinear sus intervenciones.
“El océano (…) nos suministra oxígeno para respirar, contribuye a la seguridad alimentaria, a la nutrición, a empleos y a medios de vida dignos. Sin embargo, la explotación insostenible, la contaminación por productos químicos y plásticos, y la crisis climática, con sus impactos en la temperatura y la acidificación de los océanos, amenazan a las especies y a los ecosistemas marinos de todo el mundo”, subraya la declaración.
Por eso, “la protección y el uso sostenible de los océanos son clave para lograr el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza”, razón por la cual “el mundo necesita urgentemente abordar estos problemas e invertir a gran escala en soluciones oceánicas”.
“En esta primera cooperación de los bancos públicos de desarrollo sobre los océanos, la hoja de ruta de las finanzas azules reunirá los conocimientos y la experiencia de todas las inversiones oceánicas realizadas por las organizaciones participantes, garantizará la rendición de cuentas e identificará las brechas de financiamiento restantes y las oportunidades de financiamiento realistas”, añadieron los ocho firmantes.
El vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho, aseguró que los bancos lograrán con esta cooperación “trabajar para el planeta y el océano, activos críticos”.
Entre tanto, la gerente de Acción Climática y Biodiversidad Positiva del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Alicia Montalvo, aseguró que “no hay verde sin azul” y que “no existe azul sin el verde”.
“En el Caribe el 80 % de las personas depende del océano y en Latinoamérica un 50 % dependemos de los océanos. Estamos hablando del agua y de la gente. Debemos cambiar la forma en la que trabajamos por eso”, expresó.
OBJETIVOS DE LA HOJA DE RUTA
Los bancos se comprometieron a apoyar “una economía azul sostenible” financiando la reducción de la contaminación oceánica con infraestructuras de aguas residuales, aguas pluviales y residuos sólidos.
También invertirán en áreas marinas protegidas, puertos ecológicos, transporte marítimo más ecológico, energías oceánicas renovables, economía circular y otros sectores menos tradicionales como la acuicultura sostenible, las biotecnologías azules, los datos oceánicos, la restauración y el secuestro de carbono azul.
La idea es “no hacer daño” al océano y adoptar un enfoque proactivo “haciendo el máximo bien”.