Para Piterbarg, la inteligencia artificial impacta de muchas maneras en los procesos políticos y sociales, además de en la libre circulación de ideas y ha comentado que la Unesco está trabajando en los marcos regulatorios de cara a 2024.
Expertos latinoamericanos reunidos esta semana en Nueva York alertaron del impacto que el uso de la inteligencia artificial puede tener en los procesos electorales de la región y pidieron abordar regulaciones y buenas prácticas en el uso de estos avances cada vez más accesibles y capaces de replicar tareas humanas.
La última jornada del Foro Global de Latinoamérica y el Caribe que se ha celebrado durante dos días en el Union League Club, en Nueva York, ha tratado sobre la inteligencia artificial, su regulación para un uso responsable y sobre cómo puede impactar a las democracias y las elecciones.
El expresidente dominicano y presidente de la Fundación Global de Democracia y Desarrollo (Funglode), Leonel Fernández, consideró que la inteligencia artificial puede afectar a los procesos electorales, sobre todo, porque se pueden usar algoritmos que contribuyan a generar una percepción equivocada de la realidad y por tanto desinformar al elector.
Falta de regulación
“La democracia se vería afectada porque ya no sería la representación legítima de la voluntad popular, sería una voluntad manipulada, desinformada, distorsionada y entonces habría un triunfo de la posverdad”, comentó Fernández en el foro organizado en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU por Funglode e IDEA Internacional.
Para evitar distorsiones en los próximos procesos electorales debido a la inteligencia artificial y para que esto no afecte a las democracias del mundo, el abogado y miembro de la Comisión de Venecia, José Luis Vargas Valdez, ha exigido agilidad en la regulación, establecer con la industria mínimos no negociables y crear normas e instituciones a la altura con esfuerzos globales.
El profesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, Mario Hernández, habló sobre las dos normativas que la Unión Europea está realizando sobre la regulación de inteligencia artificial y que se prevé que estén listas en mayo de 2024.
Una preocupación global
“No son procesos regulatorios nacionales sino internacionales, y en uno de ellos incluso participan otros países del mundo fuera de la UE”, expresó Hernández.
A esta jornada también se sumó la experta en Libertad de Expresión y Elecciones de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la Unesco, Albertina Piterbarg, en la que defendió que la libertad de expresión es fundamental y que hay que estar muy pendientes de las cuatro “v”: el volumen de la información comunicada, la velocidad en la que se propaga, la viralidad y la verosimilitud de crear contenido que parece verdadero, pero que desinforma.
Para Piterbarg, la inteligencia artificial impacta de muchas maneras en los procesos políticos y sociales, además de en la libre circulación de ideas y ha comentado que la Unesco está trabajando en los marcos regulatorios de cara a 2024.