Estos bloqueos paralizan el país y perjudican la dinamización del comercio, que día a día utiliza nuestro corredor logístico para mover mercancías locales e internacionales, lo que se traduce en pérdidas de la imagen internacional, de empleo, inoperatividad de empresas y menos oportunidades para todos.
Las manifestaciones con cierres completos de calles y avenidas que hemos vivido en los últimos días, lejos de ser una manera de expresar sus posturas hacia determinada situación son una preocupación para todos…
Estos bloqueos paralizan el país y perjudican a la dinamización del comercio, que día a día utiliza nuestro corredor logístico para mover mercancías locales e internacionales, lo que se traduce en pérdida de la imagen internacional, pérdidas de empleo, inoperatividad de empresas y menos oportunidades para todos.
Así mismo, se interrumpe el proceso educativo de los niños y jóvenes, quienes ya están en la recta final de su año lectivo.
Los miles de trabajadores que se movilizan entre diversas zonas se ven seriamente afectados, ya que no pueden llegar a sus empleos o regresar a sus hogares de manera eficiente, lo que ocasiona incomodidades y pérdidas de ingresos. Los comercios grandes, pequeños y medianos también sufren al ver menos ventas debido a la disminución del tráfico de clientes.
No nos olvidemos de cientos de citas médicas que se ven canceladas o pospuestas, lo que puede poner en riesgo la salud de quienes dependen de ellas y que ya han esperado muchísimo por algunas deficiencias en el sistema.
Hacemos un llamado a la reflexión y a encontrar otras formas de manifestarse que no causen un perjuicio tan grande a la sociedad. Todos tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, pero debemos recordar que afectar a la comunidad en su conjunto no es la solución. Hacemos un llamado a la responsabilidad, al diálogo constructivo y otras formas pacificas de manifestarse en lugar de cerrar nuestras vías de progreso.